Hoy, Nora Cortiñas, Norita, cumple 90 años. Nuestro homenaje para una luchadora incansable.
Por Ana María Vásquez Duplat
Los versos de Bertolt Brecht dirían: Norita, la imprescindible. Su vida es ejemplo y referencia del campo popular, sus posicionamientos un faro de actuación para miles de militantes y sus pasos, sin frontera, recorren sin pausa el planeta para acompañar reclamos de justicia en todos sus rincones.
Para la Fundación Rosa Luxemburgo Oficina Cono Sur también es una presencia imprescindible. Abrimos nuestra oficina en Chacarita, en diciembre de 2015, planteándonos como horizonte el de los Derechos Humanos -de ayer y hoy-, reivindicando la memoria, las complicidades y las disputas territoriales; y reinauguramos en Constitución, cuatro años más tarde, reafirmando y ampliando este enfoque. Norita estuvo y está presente en esta definición, guiando nuestro oficio y compromiso político.
Gracias Norita, por alzar la voz en tantos gritos de venceremos. Por tomar megáfonos y micrófonos para decir que nadie sobra en Argentina y defender a lxs trabajadorxs ante el ajuste que se impone a los pueblos; por convertir la ronda de los jueves en lugar de encuentro permanente de denuncia donde familiares y amigues encuentran un eco de justicia; por atar a la muñeca el pañuelo verde y subir al tren que en cada tiempo y lugar se carga de nuevas reivindicaciones.
Norita, junto a las demás mujeres Madres de Plaza de Mayo, ha dejado una huella indeleble en la historia y al feminismo un legado profundo; la enseñanza de no llorar solas, de socializar y politizar el duelo como estrategia para mostrar las raíces de las violencias y su carácter sistemático. Cada ronda de Plaza de Mayo socializó la tragedia y, en simultaneo, la propia maternidad; fue un acto político de una valentía suprema con el que no solamente se pedía la verdad y el regreso de les hijes; sino el fin del terrorismo de Estado mientras se transgredían las normas del terror para permitir el regreso de la vida en común y los lazos de solidaridad.
Que Norita haga parte de la ola feminista hoy es recuperar y ahondar ese proceso, porque el Ni Una Menos es poner el femicidio en el ámbito colectivo tal como en sus tiempos lo fue la desaparición y el secuestro. Al final somos las hijas y nietas de todas las brujas que los militares no pudieron callar.
Celebramos su existencia, aquella que, parafraseándola, transformó a su hijo biológico en 30.000. Brindamos por la coherencia que es su principio político. Como regalo por sus 90 años ha pedido la anulación de todas las deudas que están empobreciendo, esclavizando y matando a tantos pueblos; y lo hace, no solamente, para marcar un horizonte de lucha para las izquierdas latinoamericanas, sino como un nuevo gesto de su propia existencia absolutamente politizada. Lo personal es político, y eso también lo refrenda Norita a cada paso.
Norita, para nosotres, simplemente Norita. No por diminutivo sino por una grandeza única que hace que todas y todos quienes soñamos con un mundo más justo la sentimos parte de nuestro andar y desde el amor y admiración la nombremos entrañable. Feliz vuelta al sol, o en su caso a la tierra, porque seguramente dará este año una nueva vuelta al planeta acuerpando resistencias.
Fotos: Verena Glass, Gerhard Dilger