"Estamos acá para tejer solidaridades"

Por Redacción Marcha

Con la realización de talleres en Córdoba y en ciudad de Buenos Aires, se lanzó la Universidad Popular de los Movimientos Sociales (UPMS), un espacio de formación horizontal y una pedagogía de la paz que articula de forma global las luchas y los conocimientos académicos. Las jornadas fueron clausuradas con la realización de una charla debate en la que disertó el Prof. Boaventura de Sousa Santos sobre los desafíos de las izquierdas en la actual coyuntura.

Trabajo en plenario en el marco del taller de la UPMS en Buenos Aires - Foto Sergio Segura
Plenario inicial de la UPMS en Buenos Aires

“Agradezco este acuerpamiento colectivo”, decía Mina Navarro, una de las asistentes y quien llegó desde México para narrar la lucha del colectivo que integra por la defensa de la tierra al momento de las presentaciones en ronda. “La UPMS es una pedagogía de la paz”, decía poco después Boaventura de Sousa Santos, profesor de Sociología en la Universidad de Coímbra, Portugal, y quien invitado por la Fundación Rosa Luxemburgo, participó de los talleres que iniciaron la Universidad Popular de los Movimientos Sociales (UPMS) en Buenos Aires.
“Venimos arrastrando esta injusticia hace 500 años”, apalabró Félix Díaz, referente de la Comunidad La Primavera de la etnia Qom, “somos los defensores de nuestros pueblos, de nuestros territorios, de nuestras vidas”, emocionó. “Mi vallecito ya no es el mismo, ¡fuera la Barrick!”, dijo otra de las asistentes, quien rememoró la historia de la bandera viajera que sumó a la mística de apertura y presentación. “Estamos acá para tejer solidaridades, para que el momento de lucha sea también un momento de esperanza”, dijo otro.
La convocatoria fue más que interesante. La Universidad Popular de los Movimientos Sociales (UPMS) fue lanzada durante el Foro Social Mundial de 2003 y constituye un espacio de formación intercultural que tiene los objetivos de fomentar el conocimiento recíproco entre los movimientos y organizaciones y hacer posibles las articulaciones y acciones colectivas. Es por eso que, más de 60 integrantes de espacios académicos, asambleas socio-ambientales, activistas en centrales obreras, organizaciones de base, feministas y de Derechos Humanos, intercambiaron durante los pasados 14 y 15 de abril, en el taller en ciudad de Buenos Aires, sobre la importancia de las experiencias relatadas para la construcción de espacios académicos horizontales con lenguajes y saberes puestos en función del conocimiento de las luchas y las resistencias globales contra el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado.
“La producción académica debe estar orientada a la demanda política”, se escuchaba en los momentos de charla informal y en los talleres de la UPMS; “hay que avanzar contra la recolonización y el modelo sojero- transgénico y extractivista de explotación”, se agregaba. Los intercambios entre las academias y los movimientos sociales fueron intensos en términos de fortalezas, limitaciones y desafíos por venir. “La experiencia de las Madres del Barrio Ituzaingó permitió derrotar a Monsanto”, sostuvo Medardo Ávila Vázquez, médico y activista socio- ambiental, “estas son luchas que no se reflejan en la política partidaria ya que nadie cuestiona cómo evoluciona el modelo productivo”, amplió.
Durante los talleres inaugurales de la UPMS era verse las caras y nutrirse con la diversidad de las exposiciones y la riqueza de las conclusiones teóricas y políticas. La importancia del mundo académico  y de los medios libres para generar discursos de reapropiación de los territorios y lenguajes; avanzar en la descentralización de las luchas y en la interpelación a la cultura del consumo para incentivar iniciativas de educación y economía popular y vida digna; el llamado a establecer el autocuidado como dimensión política y emocional de las luchas; y recuperar las utopías ante la pérdida de los derechos y bienes comunes: la cultura, los saberes, la historia; eran algunos de los tópicos de interés de quienes participaron.
Trabajo en comisiones en el marco del taller de la UPMS en Buenos Aires - Foto Sergio Segura
Trabajo en comisiones en el marco del taller de la UPMS en Buenos Aires

Diálogos entre América Latina y Europa
Pasados los momentos de síntesis,  la lluviosa tarde  no pudo con las ganas de reflexionar políticamente en relación al desafío de las izquierdas en el mundo. Aproximadamente 300 personas se reunieron el viernes pasado en IMPA, la fábrica recuperada del barrio de Almagro, para asistir a la charla- debate “Los desafíos de las izquierdas en la coyuntura actual”, actividad pública con que se cerraron los talleres de la UPMS. Quien presentó el panel fue Maristella Svampa, licenciada en Filosofía y Sociología, que aludió a la problemática de pensar las alianzas y las relaciones en este nuevo contexto político de reordenamientos y nuevos desafíos   que marcan un “fin de ciclo” con “giro a la derecha” luego de un período de “progresismos que se ha venido ejerciendo de manera selectiva”. Svampa refirió a las continuidades de ambos contextos políticos, así como también señaló las diferencias “Hoy no es lo mismo que antes, estamos ante un gobierno de derecha que va por el cercenamiento de derechos sociales básicos”.
Luego, el momento y las palabras más esperadas. Presentado como un “intelectual de varios mundos”, Boaventura de Sousa Santos disertó sobre el que considera “un momento complicado de las izquierdas a nivel mundial”, en el que las conquistas parecen frágiles y reversibles, por lo que se hace necesaria la etapa de autocrítica en relación a la debilidad del accionar de las izquierdas  en un contexto en que “la derecha viene con revanchismo”.
Instó, sin embargo, a no bajar los brazos y seguir dando las luchas en los territorios, “en el corazón y el cuerpo”, contra el imperialismo, el responsable de “impedir las posibilidades emancipatorias”, caracterizándolo por cuatro factores globales: la emergencia del capital financiero internacional, los monopolios mediáticos a su servicio, la utilización de las religiones y de la democracia como sistema político, paradojalmente, para el avance de las iniciativas golpistas.
Boaventura de Sousa Santos y Maristella Svampa - Foto Sergio Segura
Boaventura de Sousa Santos y Maristella Svampa

“Europa es colonialista”, afirmó, y mencionó como ejemplo la existencia de los campos de concentración contemporáneos que se erigen para quienes migran o exigen refugio “desde los países destruidos por el imperialismo”. Alertó además sobre la existencia dentro de las sociedades de una dimensión fascista, lo que permite que “la democracia representativa haya sido secuestrada por el capitalismo”.
“Soy un optimista trágico”, ironizó, y arrancó algunas sonrisas en medio de la descripción de un panorama nada favorable para la construcción política de izquierda que sucede a los gobiernos progresistas en América Latina, “se viene un período de luchas defensivas”, donde debemos imaginar la política de otra manera”. Parte de su balance comprendió al accionar de los partidos políticos y su conclusión fue taxativa, “los partidos políticos no pueden tener el monopolio de la representación”, resaltando entre las tareas pendientes la inclusión de formas de democracia participativa que involucren la multiplicidad de movimientos y organizaciones políticas que caracteriza a nuestra región.-.
Boaventura de Sousa Santos hizo hincapié en la importancia de generar espacios de pensamiento para la acción sobre las relaciones, alianzas y alternancias en los gobiernos de las izquierdas, los partidos y las bases políticas, “los movimientos sociales son quienes dan la esperanza de que otra política es posible”, afirmó. El desafío de los diálogos tiene una doble dimensión, la conformación en Europa de gobiernos de izquierda y la autocrítica de los gobiernos populares en América Latina.
Charla Debate con Boaventura de Sousa Santos, Relmu Ñanku, Esther Quispe y Mauricio Vidal - Foto Sergio Segura
Charla Debate con Mauricio Vidal, Relmu Ñanku, Esther Quispe y Boaventura de Sousa Santos

Las voces de las luchas por la vida y los territorios
Luego de la disertación de Boaventura de Sousa Santos, Mauricio Vidal, del Alto Valle de Río Negro e integrante del Frente Popular Darío Santillán; Ester Quispe, de la Asamblea Malvinas lucha por la vida; y Relmu Ñamku, de la Comunidad mapuche Winkul Newen tomaron los micrófonos de IMPA para contar sus experiencias de lucha y compartieron ante la audiencia el análisis que realizan desde sus espacios de la coyuntura nacional.
“Estamos en un momento complejo para los movimientos sociales”, dijo Vidal, “muchas personas viven en situación de toma de tierras” en lo que constituye “una precarización de la vida”. Para Quispe, quien relató de forma emotiva cómo vencieron desde un pueblo de 15 mil habitantes a una de las multinacionales más poderosas del mundo, Monsanto, el contexto social y político actual obliga a pensar en cómo se dio la “alineación de los partidos políticos en favor de las empresas para devastar a la población más empobrecida” y pone como ejemplo su lucha, “era una invasión más de nuestro territorio”.
Relmu Ñamku reflexionó sobre la importancia de haber sido declarada “no culpable” en el juicio en el que se la acusó de “tentativa de homicidio” pretendiendo el poder judicial de Neuquén imponerle una pena de hasta 15 años de cárcel. “Hubiera sido un pésimo antecedente sobre las luchas sociales”, sostuvo, “nuestra situación es desesperante, nuestros territorios son blanco de los negocios extractivistas”. Y concluyó, nuestro desafío es “ser actores políticos en una sociedad de mirada colonialista y paternalista sobre los pueblos originarios”, e hizo un llamamiento a la apuesta por la interculturalidad.
Para Ester Quispe el bloqueo, iniciado en septiembre de 2013, no hubiera sido posible sin el “apoyo de las organizaciones sociales y los medios alternativos” en Córdoba, la que llamó “la provincia más violenta dado el accionar represivo” de las policías que las y los violentaron en cinco ocasiones. Relató que tuvo dificultades como mujer en lo que llamó “la lucha interna” y resaltó el empoderamiento que le dio a la asamblea la organización y articulación con otros sectores políticos, “hoy tenemos la capacidad de instalar la agenda al político de turno”, afirmó. Antes, Vidal había reflexionado, “es necesaria una alianza entre los trabajadores y el pueblo”.

“Tenemos como objetivo una articulación política”

Entrevista con Boaventura de Sousa Santos

Por Elisangela Soldatelli y Florencia Puente

 
¿Cuál es el balance de las dos experiencias de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales en Córdoba y Buenos Aires?
El primer taller de la UPMS fue realizado en Córdoba; impulsado por una compañera, Norma Fernández de la Universidad Nacional de Córdoba, participante del Foro Social Mundial desde el inicio, y con quien realizamos el primer gran taller de la UPMS, que fue en Córdoba, y desde entonces hicimos talleres en varias partes del mundo. El balance ha sido muy positivo porque conjuga la participación,  por un lado, de intelectuales y académicos comprometidos –en minoría–, y por otro lado una cantidad enorme de movimientos diversos, para ver las diferencias y las convergencias.
La gente habla de una manera abierta y sin tutela ni conocimientos privilegiados. Es una práctica de ecología de saberes, y lo que he visto acá (en Buenos Aires) es eso, estamos ahí, uno interviene cuando quiere, los movimientos intervienen también, cada uno toma su tiempo, buscamos el respeto de no hablar demasiado para que más gente pueda hablar y por eso los talleres son una manera muy simple de contribuir a una comprensión más amplia. Después hay toda una tarea, porque este no es un ejercicio intelectual, tenemos como objetivo una articulación política, un cambio político transformador y emancipatorio.
Es importante el modo en que nos organizamos, una estructura casi anárquica, la gente viene, sabe que no hay ninguna organización que te está diciendo cuáles son los temas o la agenda, y por eso la síntesis que vamos haciendo son siempre novedosas porque resultan de los contextos; y el contexto argentino es muy específico: un cambio de gobierno que entró para explicar a la sociedad y hacer una ruptura con el período anterior. Esto generó un poco de perplejidad entre los movimientos que se quedaron paralizados, y eso se está viendo reflejado.
¿Qué perspectivas tiene respecto de las reflexiones actuales desde los movimientos sociales en Argentina, luego de las actividades realizadas?
Surgen muchas diferencias pero algunos avances, como el hecho de que  hoy la cuestión indígena está presente cuando hace un par de años casi ni se discutía en Argentina, lo que refleja una historia de lucha muy importante. “Ni negros ni indios”, era la idea. La izquierda argentina habla hoy de que están presentes en su ausencia, o sea, se reconoce que son invisibles, y eso es muy importante.
Y de alguna manera están marcando la agenda, y quieren intervenir porque sus formas de exclusión –radicales porque en sus territorios no tienen nada por la apropiación violenta de sus territorios, por despojos, muertes y saqueos–, son difíciles porque viven en zonas remotas que los urbanos tampoco conocen.
Me parece un balance muy positivo, y me gustaría que una organización como la Fundación Rosa Luxemburgo, que ha colaborado en otras partes del continente como Ecuador y Bolivia, vea la calidad de este tipo de organización, aunque lo mejor es lo que pasa afuera de las reuniones; la gente se conoce, charla, intercambia ideas, está combinando, y ese es el espíritu de los talleres.
¿Cuáles crees que son las diferencias con otras experiencias de la UPMS en el mundo?
Las diferencias son grandes, sobre todo con Europa donde tenemos otros problemas. No solamente está presente la dominación capitalista sino también la dominación colonial y patriarcal. Estos tres modos de dominación existen en todos los continentes donde hacemos lo talleres, pero los énfasis son distintos.
En Europa el colonialismo no surge por el territorio, surge por el racismo. Lo que está pasando con los migrantes y los refugiados es lo peor de la trayectoria colonialista, y se está manifestando con una brutalidad que muchos pensaron no sería posible en ´la patria de los Derechos Humanos´. Estos son los temas que muchas veces los movimientos sociales excluyen. Los movimientos de lucha contra el capitalismo raramente toman el asunto de los migrantes y mucho menos de quienes buscan asilo político, que son los invisibles, los otros ausentes, los indígenas de Europa.
Aquí en América Latina, en Asia, y en África, el territorio es lo dominante porque es un problema planetario. Este neoliberalismo de raíz financiera, pero que busca la especulación por una forma de acumulación primitiva -como decía Rosa Luxemburgo, que era una constante del capitalismo y no una fase-, hoy se manifiesta por este saqueo de los recursos mucho más intensivo que el colonialismo porque hay una maquinaria que así lo permite.
Son problemas distintos, pero siempre el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado están presentes.

Fotos: Sergio Segura

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