El arte como expresión de la identidad

El Espacio Social y Cultural Luciano Arruga está ubicado en Lomas del Mirador, Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires. Es un espacio comunitario donde vecinos/as de los barrios “12 de Octubre” y “Santos Vega”, principalmente, desarrollan actividades culturales y recreativas. En estos barrios, la presencia estatal se manifiesta a través de la fuerte presión policial que actúa como dispositivo de “seguridad” para quienes no viven en los barrios. El Estado al mismo tiempo reproduce a través de metodologías represivas la violencia interna que no cesa de crecer y que afecta especialmente a jóvenes que habitan los mismos.
Espacio Social y Cultural Luciano Arruga

El 29 de enero del año 2009 la desaparición forzada del joven Luciano Arruga provocó la organización de un grupo de familiares y amigos/as que lucharon por encontrarlo. Años más tarde, el 17 de octubre del año 2014, se anunciaba que los restos de Luciano habían sido enterrados como NN en el cementerio de Chacarita, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Familiares y Amigos/as de Luciano Arruga comenzó a denunciar, en torno al caso del joven de 16 años, la problemática que sufren  jóvenes de los barrios excluidos de todo el país, visibilizando la discriminación y la criminalización que pesa sobre ellos, afianzada por discursos que se alimentan en la medida que crece la denominada “inseguridad”; esta problemática desata toda una batería de medidas de control y disciplinamiento que van desde los barrios fuertemente controlados por diferentes fuerzas de seguridad (cárceles a cielo abierto), hasta las cárceles cerradas, hoy dispositivos de control y depósitos de la juventud arrasada por la pobreza.
En este contexto la organización logró en octubre de 2014 la expropiación del ex destacamento de Lomas del Mirador, ubicado en el partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, pasando a ser “Espacio Social y Cultural Luciano Arruga”. Desde ese momento el grupo se propuso abrir las puertas para trabajar con niños/as, adolescentes y jóvenes de los barrios de Lomas del Mirador.
Al tiempo se realizaba una tarea de reconstrucción de la memoria sobre lo que en ese lugar había ocurrido, ya que por allí pasaron jóvenes privados/as de su libertad que fueron violentados/as; entre ellos/as Luciano, quien el 22 de setiembre del año 2008 fuera torturado física y psicológicamente por funcionarios policiales de aquel destacamento, unos meses antes de su desaparición. Cabe destacar que ese destacamento había sido inaugurado a instancias de pedidos de más seguridad por parte de los/las vecinos/as de Lomas del Mirador y con la específica tarea de controlar los barrios “12 de Octubre” y “Santos Vega”.
Desde la expropiación del lugar hasta esta parte se ha trabajado fuertemente en la reparación del Espacio, el cual había quedado sin posibilidad de ser utilizado para fines sociales después de peritajes realizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, en el marco de la investigación judicial por la desaparición forzada de Luciano. Luego de su reconstrucción se avanzó poco a poco con actividades que permitan visibilizar el Espacio como un lugar abierto a niños/as, adolescentes y jóvenes.
Es así como la solidaridad de compañeros/as con una mirada direccionada a defender los derechos de la niñez y la juventud se abrieron camino con diferentes actividades lúdico-recreativas que intentan problematizar las diferentes formas de violencia que los/as atraviesan y así relacionarlas con lo que había ocurrido en el ex destacamento, hoy Espacio Luciano Arruga, con  jóvenes de los diferentes barrios de Lomas del Mirador.
Hoy este espacio se ha convertido en un lugar de referencia de muchos/as niños/as, adolescentes y jóvenes, así como de toda la comunidad de Lomas del Mirador , que piensan en este lugar como un ámbito para problematizar la situación de discriminación y criminalización que sufre la juventud, y al mismo tiempo hacer un puente con procesos dictatoriales como fue el genocidio perpetrado en Argentina entre 1976-1983, que permiten indagar en cómo determinadas metodologías se siguen aplicando aún a pesar de vivir en una era democrática.
En este contexto llevarán adelante una serie de talleres en los que de abordarán diferentes aspectos que construyen la identidad de cada participante, y así, de forma dinámica, lúdica y creativa profundizar y problematizar las diferentes formas de violencia que los/as atraviesan, tales como la discriminación y la criminalización; y cómo esas violencias impactan negativamente en su cotidianeidad.

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