La Rosa del Sur

Publicamos el posfacio de la nueva edición latinoamericana de «Rosa Luxemburgo y la reinvención de la política. Una lectura desde América Latina» que será lanzada el 22 de mayo, con un conversatorio virtual.

 Por Gerhard Dilger*

 ¡Sálvate, viejo y siempre joven sol y recibe mi saludo! Tan solo si tú me eres fiel, si puedo ver tu semblante dorado, ¿qué me hacen las rejas y el encierro? ¿No soy tan libre como aquel pájaro en el tejado que celebra agradecido al igual que yo? Y si algún día, en el incendio de una revolución rusa, me llegaran a llevar a la horca, entonces te pido que me ilumines en ese difícil camino y daré los pasos hacia mi última elevación con una sonrisa alegre como si fuera a una fiesta de boda.

Rosa Luxemburgo

 

Moriré – pero volveré y seré millones

Túpac Katari

 

Este libro es fruto y síntesis de muchos procesos colectivos. Hernán Ouviña, compañero, profesor, investigador y escritor, es un militante incansable de un marxismo no dogmático, como el de sus grandes referentes intelectuales José Carlos Mariátegui (1894-1930), Antonio Gramsci (1891-1937) y Rosa Luxemburgo (1871-1919). A la vez es un compañero que construye y comparte estos saberes, en la facultad, en los territorios, en las mal llamadas redes sociales y ahora, en tiempos del Corona, en espacios virtuales. Y lo hace con una generosidad extraordinaria. Ha venido tejiendo una verdadera telaraña de conexiones que cubre toda Nuestra América, y su obra ya está empezando su trayectoria más allá, por la red de la Fundación Rosa Luxemburgo (FRL).

La primera edición, lanzada a principios del año pasado en Buenos Aires, cuando recordamos el centenario del femicidio de Rosa, ya había nacido en constante intercambio con nuestro equipo local y con las editoriales El Colectivo, de Argentina, y Quimantú, de Santiago de Chile. Poco después, lxs compas de La Fogata publicaron la edición colombiana, y cuando nos preparamos para el lanzamiento internacional de esta edición ampliada y enriquecida por el prefacio de nuestra compañera Silvia Federici, ya falta poco para que la editorial mexicana Bajo Tierra lance allí una edición en papel, en cooperación con la oficina regional FRL/RLS para México, Centroamérica y el Caribe.

En su obra rigurosa y popular al mismo tiempo, Hernán abarca muchas de las dimensiones que están convirtiendo a Rosa en mucho más que un ícono. La lectura “desde América Latina” que nos propone es más pertinente que nunca. No por azar aquí Rosa Luxemburgo está más viva que en cualquier otro continente – más que en Alemania, donde pasó la mayor parte de su vida política, y muchísimo más que en Polonia, donde su internacionalismo consecuente y coherente nunca fue realmente entendido.

Ha inspirado novelas gráficas como La Rosa Roja de Kate Evans, óperas como la de Alejandra Arístegui, obras de teatro como La Conducta de los Pájaros del Teatro Calibán de Norman Briski, donde se imagina un diálogo intercultural entre Rosa y el socialista y antiimperialista argentino Manuel Ugarte, o “Rózà” del colectivo de mujeres homónimo en São Paulo.

En Nuestra América se la aprecia como la marxista “menos eurocéntrica”, como dijera el crítico de arte y militante Mario Pedrosa (1900-1981), el primer luxemburguista brasileiro. Tempranamente el Amauta peruano José Carlos Mariátegui supo reivindicar las ideas y la acción política de Rosa para estas tierras. El economista Paul Singer (1932-2018), uno de los padres de la economía solidaria e igualmente un gran admirador de Rosa Luxemburgo, observaba que para ella, y a diferencia de Lenin, “el imperialismo no es un estadio del capitalismo, es una característica central del propio capitalismo desde siempre”.

El ecosocialista Michael Löwy, brasileiro de raíces austríacas que vive en París, destaca “su visión de las comunidades precapitalistas y su forma crítica y original de concebir la evolución de las formaciones sociales, desde un punto de vista orientado, como diría Walter Benjamin, a cepillar la historia a contrapelo”. Todo esto, y muchísimo más, ha sido desarrollado por nuestra amiga, musa e “intelectual orgánica” en São Paulo, Isabel Loureiro, quien ha dedicado casi la mitad de su vida al estudio y a la “enseñanza” de la obra de Rosa Luxemburgo.

En Argentina, Claudia Korol de “Pañuelos en Rebeldía” es una de las compañeras que más ha divulgado la vida y obra de Rosa Luxemburgo en esta tónica. A través de sus talleres de formación política, junto a nuestra querida colega Kathrin Buhl (1951-2012), su hija Lisa e innumerables militantes de base, consiguió que esta energía luxemburguista fluya cada vez más por nuestros territorios.

Para nosotros, es un privilegio poder trabajar en el nombre de la Rosa, desde la oficina más meridional de las 25 oficinas regionales Rosalux esparcidas por cuatro continentes. Desde Buenos Aires, cooperamos con movimientos y referentes sociales, partidos, pensadorxs y muchxs otrxs, en Argentina, Chile y Uruguay.

A la inauguración de nuestra primera oficina en el barrio porteño Chacarita, en 2015, vino el gran autor y periodista Osvaldo Bayer (1927-2018) que también era luxemburguista. Cuatro años más tarde, cuando abrimos nuestra casa en Constitución, bailamos con Norita Cortiñas. Nuestros proyectos comunes de formación política giran alrededor de los ejes temáticos Democracia y justicia social, Transiciones social-ecológicas, Sindicalismos desde abajo y Feminismos/diversidades.

Nuestros fondos, al igual que los de las otras fundaciones políticas alemanas, provienen del presupuesto federal, gracias a la presencia del partido Die Linke (La Izquierda) en el parlamento alemán. Desde su fundación en 1990, después de la caída del Muro de Berlín, la Fundación Rosa Luxemburgo se ha convertido gradualmente en una importante red internacionalista de formación política.

Junto a nuestrxs aliadxs, pensamos y trabajamos respuestas concretas a la “crisis múltiple” del capitalismo con sus facetas económicas, sociales, ecológicas y geopolíticas. Además, las conquistas democráticas de las últimas décadas están amenazadas por tendencias autoritarias alarmantes, reforzadas por la pandemia del Covid-19. La famosa sentencia de Gramsci de que “el viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer, y en ese claroscuro surgen los monstruos” parece más pertinente que nunca.

Pero hay resistencias y construcción de alternativas. Movimientos sociales y otrxs actores de izquierda de todo el mundo se vienen movilizando contra las políticas de austeridad, el ataque a los derechos sociales, los autoritarismos, el racismo, las guerras y el ecocidio.

Por su feminismo vivido, por su amor a la naturaleza y por su “optimismo de la voluntad”, Rosa sería hoy, sin duda, una ecofeminista. Apoyaría a los movimientos por “el clima” y la justicia ambiental, impulsados por jóvenes en todo el mundo. Estaría al lado de las organizaciones del feminismo popular que están tejiendo redes de cuidado, de lxs migrantes, de lxs luchadorxs urbanos, de lxs campesinxs que están reclamando por sus tierras y transitando hacia la agroecología, de los pueblos indígenas.

Conviviría feliz con los horizontes del Buen Vivir, del ecosocialismo e inclusive del Laudato Si’. Y sería una defensora aguerrida de la plurinacionalidad y del anticolonialismo, claves en la resistencia que millones oponen al ataque permanente por parte de corporaciones nacionales y transnacionales.

Una verdadera Rosa del Sur.

Buenos Aires, 20 de mayo de 2020

 

* Profesor, periodista y director de la Oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo. Nació en Múnich y vive en América del Sur desde 1992. Hasta 2012, fue corresponsal, desde Brasil, de los diarios taz (Berlín), neues deutschland (Berlín), Der Standard (Viena), del semanario WOZ (Zúrich) y de la agencia de noticias epd (Fráncfort).

 

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