Por La voz de la Mujer – Cooperativa Gráfica
La Cooperativa Grafica La Voz de la Mujer es un emprendimiento productivo del MTD Lucha y Libertad de la Villa 20 de Lugano (Buenos Aires, Argentina), en la Federación de Organizaciones de Base Autónoma (FOB-A), sostenido por mujeres migrantes e indígenas que hacen de su resistencia una alternativa gestada desde el arte, la autogestión, la sororidad sin fronteras y el amor. Somos parte de un movimiento social autónomo y autogestivo donde nos organizamos sin jefes ni patrón y nuestro nombre es un homenaje a las mujeres que entre 1896 y 1897 editaron en Argentina el periódico anarcocomunista «La voz de la mujer».
Nuestra historia comenzó un 26 de junio, en un corte de ruta en el Puente Pueyrredón del 2003, organizado para pedir justicia por el asesinato de dos jóvenes piqueteros, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Las mujeres de diferentes movimientos piqueteros nos reunimos en asamblea en ese momento, porque sentíamos la necesidad de repensar nuestras realidades. Desde el principio nuestra organización estuvo formada en su mayoría por mujeres. Como mujeres piqueteras tomamos la calle y fuimos protagonistas de una lucha donde poníamos el cuerpo, pero no nuestra voz, y nuestras asambleas se convirtieron en ese espacio que necesitábamos para reafirmarnos como mujeres, encontrándonos entre pares para hablar de nuestras cosas, convocándonos de boca en boca. En ese momento, la construcción de poder popular feminista implicaba necesariamente un cambio en los roles que ocupábamos como mujeres.
Nuestra Asamblea de Mujeres es el eje que atraviesa el movimiento. Con ese impulso poderoso de muchas compañeras armamos la Cooperativa Gráfica La voz de la Mujer, y desde el 2012 nos conformamos como un espacio de trabajo donde producimos gráfica de lucha y redes de alianzas contra-hegemónicas. Allí fuimos creciendo en un proceso de producción de imágenes únicas que se van haciendo cada vez más complejas, donde pensamos y creamos combinación de formas y colores. En ese proceso de transformación conocimos el grabado y lo tomamos como lenguaje para expresarnos.
La gráfica es un espacio que se gesta en continuidad con la Asamblea de Mujeres. La Asamblea para nosotras es un ejercicio cotidiano que va desde el taller a la denuncia en la calle. En esos encuentros de debate y reflexión, la voz individual se hace colectiva en los diálogos sostenidos entre lo micro y lo macro, entre las múltiples sonoridades y dimensiones del hacer popular de nuestros gestos y saberes insumisos.
Con una fuerte impronta migrante y feminista, cada imagen que realizamos es una forma de sacar nuestra voz en acción política colectiva que fortalece vínculos de solidaridad desde el Abya Yala hasta el Kurdistan. En “La Voz de la Mujer” nos dedicamos a la producción artesanal de agendas “Feminista y Militante”, calendarios, libros de poesía y cuadernos, experimentando con técnicas gráficas como la xilografía, la serigrafía, el collage, colla graph entre otras. La encuadernación es la técnica que elegimos para terminar nuestros objetos gráficos/políticos. Realizamos xilografías de gran tamaño en diferentes tipos de papel incluyendo la versión callejera para pegatinas activistas. Esas imágenes también las estampamos en tela y allí le incorporamos el bordado como parte de nuestros saberes de un tiempo de demora que nos vincula de otra manera con la imagen.
Nos consideramos trabajadoras de un arte de denuncia y resistencia contra el patriarcado, el racismo, el colonialismo y el capitalismo. Sentimos la gráfica como herramienta política de lucha que nos permite ocupar las calles, intervenir espacios culturales y politizar nuestros comedores y espacios asamblearios. Por eso nuestras herramientas son múltiples y no se limitan solamente a los elementos/objetos que nos permiten concretar nuestras producciones gráficas.
Pensamos el sentido de las herramientas desde una perspectiva feminista, un feminismo desde abajo y de acción directa como lente transformador, que sacude los mandatos, roles y estereotipos que pretenden silenciarnos y disciplinarnos.
Nuestros métodos históricos de nuestra lucha son la inspiración y la acción cotidiana: la organización política autónoma y autogestiva, el corte de ruta y la asamblea donde ejercitamos la palabra y la escucha, que se pronuncian en espacios de debate, reflexión y consenso. Nuestro puesto gráfico es un espacio de militancia y resistencia en marchas, acampes, ferias, festivales o encuentros culturales.
¿Por qué tejemos y bordamos con América Latina? Una crónica improvisada del “Encuentro latinoamericano de bordadorxs Punto de Cruce” –México, mayo de 2023
Llegamos a México de la mano de la Red Conceptualismos del Sur en el marco del cierre de la muestra Giro Gráfico – Como en el muro la hiedra, para participar del Encuentro Latinoamericano de Bordadorxs.
El hilo y la puntada nos tejió esa trama maravillosa de encuentro con otrxs luchas y resistencias políticas porque “El bordado ha permitido construir redes donde agentes diversos, atravesados por violencias estructurales, pueden generar otros relatos y velocidades divergentes de las esferas de producción capitalista”.
Allí conocimos a colectivos y grupos de trabajo de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Nicaragua, El Salvador y México con quienes intercambiamos experiencias y reflexionamos sobre la producción colectiva del bordado desde un punto estético y político.
Para nosotras sumarle bordado a nuestras estampas de xilografía en tela fue la punta del ovillo para retomar una parte de nuestra historia de pequeñas. La mayoría aprendió a bordar sábanas, manteles, pañuelos, en la escuela en Bolivia, en ese momento el bordado era una obligación, un desafío de aprobar o no la mirada de la maestra y del sistema educativo.
En la Gráfica una vez más resignificamos nuestra vida migrante y le dimos color, textura y cuerpo a nuestras propias imágenes: Las margaritas con las que jugaban las niñas de Paraguay, los girasoles de las niñas de Guatemala, el agua del río Gualcarque de Berta Cáceres, los aguayos de nuestras cholitas, las whipalas del Abya Yala, los territorios mapuche… se transformaron en la tensión de una puntada entre la “demora y la acción política determinada por la urgencia y la inmediatez”, “visualidades que no resultan efímeras… que invitan a una observación ralentizada, detallada, cuidadosa, que se corre de los ritmos usuales tanto de la acción callejera como de las pantallas y la virtualidad”. [1]
Sentir el bordado como códice, como testimonio de la historia de los pueblos, como denuncia y resistencia. Transcurrir el dialogo mientras bordábamos en telas, arpilleras, pañuelos, parches fue parte de una experiencia de amor como concepto político de acción, como encuentro de lo común. Una práctica de esperanza. Eso sentimos en el Encuentro Latinoamericano de Bordadoras.
[1] Capitulo La Demora (Cristina Hijar, Elva Peniche y Sylvia Suarez) del catálogo Giro Gráfico Como el muro en la Hiedra – Museo Reina Sofia, España