Este año, Chile iba a recibir a la Conferencia de la Partes (COP25) que congregaría a representantes de 197 países miembros de las Naciones Unidas, para tomar acuerdos para frenar el Cambio Climático, y varias actividades se realizarían en paralelo desde la iniciativa de las organizaciones populares. Sin embargo, el pueblo chileno se levantó ante la crisis social, económica y ambiental y, desde el viernes 18 de octubre, vive una situación de fuerte unidad nacional con álgidas protestas y organización popular, en un contexto de fuerte represión. La COP25 se mudó a Madrid, pero la Cumbre de los Pueblos, que congrega a organizaciones y articulaciones sociales de diversos territorios del mundo para compartir experiencias e impulsar alternativas al sistema y fortalecer la organización global y la acción local para frenar la catástrofe socioambiental, se quedó en Chile, más vigente y necesaria que nunca.