Pequeños productores están alimentando al país

A la hora de enfrentar los desenfrenados y absurdos aumentos registrados en la alimentación que se dispararon con el aislamiento obligatorio a causa del coronavirus, cooperativas y organizaciones de la agricultura familiar redoblaron esfuerzos para garantizar la alimentación de los que menos tienen. La UTT distribuyó dos mil toneladas de alimentos en lo que va de la cuarentena.

Por Unión de Trabajadores de la Tierra

En plena pandemia por el coronavirus, con las propias dificultades que implica el cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio ordenado por el Gobierno Nacional, la comercialización hegemónica de los alimentos -principalmente frutas y verduras- mostró un alza significativa de aumentos y a la vez un descontrol a la hora de fijar un precio de referencia.

Por citar sólo unos ejemplos, en la última semana el kilo de bananas osciló entre los 90 y los 160 pesos, según el comercio donde se la adquiriera. Ante una similar situación se enfrentó el consumidor al momento de pretender comprar tomates y otro tipo de frutas y verduras. En este escenario de polémicas e incrementos descontrolados de precios, la Unión de Trabajadores de la Tierra cobró un rol fundamental a la hora de generar un anclaje de referencia.

«El trabajo de la agricultura familiar campesina e indígena es el mismo que el de todos los días, sin embargo se vio acentuado en este contexto de pandemia», aseguró Juan Pablo Della Villa, Coordinador Nacional de Comercialización de la UTT. Agregó en este sentido que desde la organización «tenemos el compromiso y la responsabilidad social de producir alimentos todos los días, en una situación -generalmente- de desventaja, y en contextos de trabajo económico-comerciales muy complejos».

El rol de la UTT resulta fundamental en este contexto en el cual urge el desafío de seguir produciendo alimentos sanos y de calidad para que estos puedan continuar llegando al conjunto de la sociedad a un precio justo. En virtud de este escenario, Della Villa aseguró que durante estas cinco semanas de cuarentena, «la comercialización de la UTT se encuentra en el orden de un flujo de 400 mil kilos de verduras semanales, es decir, unas dos mil toneladas en cinco semanas. Y planificamos seguir aumentando este volumen».

Con respecto a los abusivos aumentos llevados a cabo por las grandes cadenas de supermercados y demás empresas hegemónicas productoras y comercializadoras de alimentos, desde la UTT sostuvieron que «las grandes cadenas de supermercados que están elevando sus precios muestran algo que viene sucediendo desde hace mucho tiempo en la Argentina, y que tiene que ver con la especulación de los precios de los alimentos como si fuesen comodities».

Inmediatamente, Della Villa agregó que este escenario se ve alimentado por la «poca presencia del Estado en la regulación de los precios, y en la construcción de políticas públicas, y de trabajo real y genuino, que posibiliten la transparencia de precios de los alimentos».

«Esto estalla hoy de diversas formas, en este contexto de la pandemia por el coronavirus y el aislamiento social. Pero en realidad era algo que ya venía sucediendo, y que ahora detona y se magnifica. Y tiene que ver con la gran capacidad y participación del mercado de los privados sobre la distribución y comercialización de los alimentos. La ausencia del Estado en torno a este eje es fundamental, y esto genera una suerte de ‘libertinaje’ a la hora de la toma de decisiones por parte de los privados, y que perjudica a los consumidores y consumidoras, quienes pagan sobreprecios todos los días cuando compran alimentos», denunció el Coordinador Nacional de Comercialización.

En este sentido, Della Villa remarcó que «el compromiso que nosotros tenemos con los precios va mucho más allá del contexto de la pandemia. Esto es algo que venimos construyendo desde hace muchos años y que nace de un concepto básico: el productor debe recibir lo justo por su trabajo, y el consumidor tiene que poder acceder a alimentos sanos y de calidad, a un precio también justo y posible de pagar. Para eso, desde la Unión de Trabajadores de la Tierra, y desde los compañeros y compañeras que producen agroecología, venimos consolidando asambleas que van de la mano de la temporalidad y de la estacionalidad. Allí fijamos los precios de las verduras, los establecemos; y desde ahí construimos el precio del traslado de la verdura y el de venta. Esto tiene que ver con una concepción muy clara de no especular con los alimentos, y corrernos de los ejes de la oferta y la demanda».

«Desde ese lugar venimos construyendo -hace muchos años- los precios fijos. Y que -además de ser fijos- son justos, porque respetan la cadena de producción, distribución, comercialización y consumo. Es absurdo ponerle un 1000% de aumento a un producto que impide que la gente lo pueda comprar en los barrios», destacó.

¿Cómo es posible acceder a estos beneficios? Se realiza a través de todas las experiencias de comercialización directa que existen, tanto las que la UTT viene construyendo, como así también otras vinculaciones que se siguen tejiendo con el resto de las organizaciones sociales o comercializadoras de la economía social. «En este contexto de excepción por la pandemia, esta mecánica de comercialización sana y justa fue nuevamente demostrada. En los últimos meses pudimos ver cómo esta forma de producción y de consumo funciona, demostrando -en muchas ocasiones- que este método es más eficaz que el de los mercados privados», señaló Della Villa.

Por otra parte remarcó que desde la UTT se realizaron donaciones de frutas y verduras -libres de agrotóxicos y puramente ecológicas- a organizaciones sociales. «También desde el Mercado Central realizamos donaciones. Desde que asumimos la conducción del Mercado estamos reordenando el área de Acción Social». Aseguró que «esto ya se venía llevando a cabo desde antes de la pandemia. Ahora se siguen realizando, y -por supuesto- seguiremos después. Porque nosotros venimos de los movimientos sociales; somos un movimiento social; y entendemos dónde estamos parados, y hacia dónde vamos».

 

 

Fotografia: Prensa UTT