En el marco del ciclo «Democracia en tiempos de crisis. Soberanía en tiempos de oportunidad«, se desarrolló una jornada dedicada a las Memorias Colectivas y Justicias Feministas. Este evento, organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo, la Casa Bertolt Brecht, SERPAJ Uruguay y AUTE, reunió a diversas organizaciones y referentes sociales, políticos e intelectuales de Uruguay para analizar el momento actual, reflexionar sobre el modelo extractivista, el papel de lo público, y explorar alternativas democratizadoras.
Mesa de Diálogo: Memorias Colectivas
La mesa de diálogo político del jueves 23 de mayo se centró en dos ejes temáticos principales: la reivindicación de la memoria colectiva sobre el pasado reciente y las claves feministas para abordar el conflicto social fuera del marco punitivo.
Nos preguntamos:¿Qué importancia tiene la memoria colectiva frente a los empujes regresivos que están existiendo?
Martina García, del Grupo Interdisciplinario en Espacialidad y Memoria, enfatizó la importancia de valorar los espacios represivos de la dictadura para entender su impacto en los territorios: «Apostamos a que poner en valor los espacios represivos de la dictadura permite pensar de manera general cuál fue el impacto de esos espacios en los territorios».
Madelón Aguerre de SERPAJ destacó la preocupación por los intentos de eliminar el concepto de «terrorismo de Estado» de los programas educativos: «Que hoy se intente sacar el ‘terrorismo de Estado’ de los programas del alumnado es muy regresivo y hasta ofensivo. No lo inventamos nosotros, cumple con los estándares internacionales».
Grisel Villalba, de la Intersocial San José de Mayo, expresó su esperanza en las nuevas generaciones: «Tengo la esperanza, cuando vemos muchxs gurisxs jóvenes el 8 de marzo y el 20 de mayo, que vamos a poder lograr tener memoria y que nunca más haya terrorismo de Estado».
Aníbal Álvarez, del Plenario Intersindical María Romana, reflexionó sobre las historias no contadas: «Muchxs quizás se fueron sin contar mucho de lo que podían haber contado».
La jornada concluyó con un llamado a seguir valorando la memoria colectiva como una herramienta fundamental para resistir los intentos regresivos y construir una sociedad más justa y democrática. Este ciclo es un paso importante hacia una reflexión más profunda y una acción más efectiva en la búsqueda de una democracia y soberanía verdaderamente equitativas en tiempos de crisis.