En un mundo donde la Nueva Derecha avanza y empuja a las fuerzas progresistas y de izquierda hacia la defensiva, urge repensar estrategias y alternativas que sean capaces de responder al desafío actual. Mientras esta derecha se presenta como un agente de cambio y asigna a los movimientos de izquierda el papel de preservar derechos conquistados, el feminismo popular emerge como su antagonista natural. Este feminismo, con su potencial transformador y emancipador, también propone “cambiarlo todo”.

Radicalizar es una invitación a construir colectivamente respuestas desde las bases. Para materializar esta potencia transformadora, es necesaria una profunda autocrítica y una visión de futuro clara. Se acabaron los días de propuestas tibias: necesitamos radicalizar la democracia y ofrecer alternativas reales al estatus quo.

Con un espíritu de solidaridad y colaboración internacional, Radicalizar propone un espacio para dialogar desde diferentes experiencias y perspectivas. Porque si la derecha se conecta globalmente, el feminismo y los movimientos populares también pueden ser transfronterizos y actuar de manera articulada.