En un contexto de pandemia mundial por la expansión del coronavirus (Covid-19) fueron declarados servicio escencial. Pero sus salarios no aumentan y las empresas que los emplean no les proveen los elementos de higiene y seguridad necesarios. Ante esa actitud patronal, con la consigna “Yo no reparto”, el 22 de abril repartidores y repartidoras de apps como Rappi, Glovo, Pedidos Ya, Uber Eats y Deliveroo, realizaron un paro internacional de 24 horas en Argentina, Perú, Ecuador, Guatemala, Costa Rica y España. La medida de lucha, anunciaron, es el comienzo de “un frente único internacional de lucha”. En Argentina hoy realizarán una asamblea virtual para debatir los pasos a seguir e, incluso, se plantean la posibilidad de luchar por ser reconocidos como trabajadores en relación dependencia, con todos los derechos. Un balance de la jornada de lucha y las perspectivas de un sector laboral que se organiza, a poco de un nuevo aniversario del 1 de mayo.
Por Fernando Ruffa para ANRed
Foto: Antena Negra TV
“Estamos como en el siglo XIX, donde el movimiento obrero no tenía nada que lo proteja y regule la jornada laboral”
El paro internacional del 22 fue para visualizar cómo “la pandemia en curso puso de manifiesto e incluso profundiza cada día más las condiciones de super explotación y precarización laboral de los trabajadores de reparto en todo el mundo”, sostuvieron en un comunicado conjunto trabajadores y trabajadoras repartidoras de las apps de Rappi, Glovo, Perdidos Ya, Uber Eats y Deliveroo, entre otras, nucleados en la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR) y Glovers Unidos, de Argentina, Glovers Costa Rica, Glovers Elite Guatemala, Repartidores Perú y Ecuador y Glovers Unidos de España.
La cuarentena obligatoria fue determinada por casi todos los gobiernos del mundo ante la expansión de la pandemia. En ese marco, su sector fue declarado un “trabajo escencial”, por su función de distribuir alimentos. Pero las empresas que los emplean mantienen congelados sus ingresos (un promedio de entre $50 a $100 por entrega) y no cumplen con las medidas de seguridad e higiene necesarias para realizar el trabajo: “las patronales de las plataformas tuvieron el mismo método en todos los países: dejar librada a su suerte a todos los riders. No han entregado elementos de seguridad e higiene, y si alguna de las empresas lo ha hecho eran elementos insuficientes y precarios para enfrentar largas jornadas de trabajo que rondan entre las 8 y las 12 horas”, denunciaron. Por ese motivo, anunciaron el comienzo de “un frente único internacional de lucha” por sus reivindicaciones de “un 100% de aumento del pago por pedido, y elementos de seguridad e higiene que sean de calidad y cantidad acorde a las jornadas laborales y la crisis sanitaria en curso”.
En relación a los dos reclamos centrales, Mauro, repartidor de Pedidos Ya desde hace un año e integrante de la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR), amplió: “tenemos que pagar de nuestro bolsillo lo que es alcohol en gel, barbijo y guantes, seguro y personal de la moto, y el monotributo (que el mínimo es de 2 mil pesos por mes). Como referencia, Pedidos Ya tiene el mínimo congelado desde hace 18 meses, un año y medio, pagando $55 pesos por pedido en Capital”.
Lucas, repartidor de Rappi y también integrante de ATR, agrega: “estamos bajo la figura del monotributo, que encubre la relación de dependencia con las empresas. Reclamamos que se reconozcan esa relación, sino estamos en una situación como en el siglo XIX, donde el movimiento obrero no tenía nada que lo proteja y regule la jornada laboral. Una de las publicidades de las empresa dice que somos ‘RappiHéroes’. Nosotros decimos que somos ‘RappiExplotados’”.
Balance del paro del 22/4: “las empresas acusaron el golpe de la medida”
“El proceso de organización data ya de hace un par de años – rememoró Maximiliano, repartidor de Glovo e integrante de la ATR – Hemos lanzado una medida nacional luego de dar medidas de luchas parciales en Buenos Aires, Neuquén y Mar del Plata, sobre todo con los compañeros de Pedidos Ya, pero entendiendo que la problemática es común, tanto en Glovo, Rappi, Uber Eats y Pedidos Ya, hemos logrado una unidad de los trabajadores de reparto”, señaló, con respecto a un sector en el que estima que se emplean, al menos, entre 18 mil y 25 mil trabajadores y trabajadores en todo el país.
En Argentina la medida del paro, aunque no logró colapsar la aplicación – que es la herramienta virtual a través de la cual las empresas reparten y asignan los pedidos-, sí logró que en algunas ciudades se logró trabar las aplicaciones en algunas franjas horarias. “Esto, por experiencia, sabemos que nos muestra el alto acatamiento que ha tenido el paro – remarcó Maximiliano – Sin embargo, hay que entender que en algunos lugares fue desigual porque recién lanzamos actividades como Corrientes o Rosario. Pero en primera medida el balance para nosotros es más que positivo, donde hemos logrado encolumnar trabajadores no sólo en Argentina sino en otros países”.
Por su parte, Lucas, balanceó: “el mismo miércoles 22 tanto Rappi como Glovo largaron notificaciones de que iban a estar entregando los elementos de seguridad e higiene, que los entregaron a cuentagotas y de manera insuficiente. Y durante este fin de semana agregaron bonificadores por pedidos (más dinero). Tuvieron que responder de alguna manera, porque es una bronca entre todos los trabajadores esta situación. Es una muestra de que las empresas acusaron el golpe de la medida”, remarcó.
Asimismo, nos informó que el paro se hizo efectivo “en Mar del Plata, La Plata, Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Corrientes, Córdoba y Bariloche, además de Quito (Ecuador), Madrid, Santander y Sevilla (España), Perú, Costa Rica y Guatemala, además de un paro todo el fin de semana Chile contra Pedidos Ya, y el lunes previo al paro del 22, un paro en Brasil”.
En ese sentido, Maximiliano expresó: “venimos con un proceso de articulación con compañeros que dieron hace tres días una lucha espectacular en Chile, donde posterior a la movilización hubo despidos. En España se logró colapsar la aplicación. En Guatemala las movilizaciones han sido masivas. El día 17, previo al paro internacional, hubo movilizaciones muy grandes en Brasil. Lo mismo en Panamá. Es todo un nuevo tejido de relaciones internacionales para lograr una convocatoria superior a los seis países que hicimos el paro el 22”.
En cuanto a las perspectivas de esta lucha, Maximiliano remarcó que llaman a realizar asambleas en cada país para evaluar las medidas a seguir, y anunció que hoy a las 17 la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR) y Glovers Unidos Argentina realizarán una asamblea virtual nacional de trabajadores de reparto en la plataforma Zoom. “Uno de los debates más ricos que se han abierto, más allá del aumento del dinero y los elementos de higiene en cantidad y calidad por la pandemia, es sobre el reclamo por la relación de dependencia y qué tipo de organización nos damos. Nosotros planteamos la conformación de un sindicato de simple inscripción real que nos represente. Porque entendemos que es un gremio atomizado”.
Perú: “Son muy precarias las formas de trabajar de estas empresas”
El paro de repartidores del 22 también se dio simultáneamente en otros países, como Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Perú y España. Logramos comunicarnos con Manuel, repartidor de Glovo y Rappi, quien nos explicó que a quienes trabajan en ese país para aplicaciones, el contexto de pandemia los afecta de otra manera, dado que las aplicaciones o “aplicativos” como Glovo, Rappi y Uber se encuentran bloqueadas por el gobierno de Martín Vizcarra, porque son muy irregulares, precarizadas y poco claras en sus condiciones laborales y de salubridad.
“En Perú a los aplicativos no los están dejando trabajar, por tema de salubridad por la pandemia. El mismo gobierno está pidiendo bastantes requerimientos tanto en seguridad para el trabajador como para el cliente. Y los aplicativos no han cumplido esas observaciones para trabajar, por lo tanto, no les han dado la autorización. Por eso, por el momento, los aplicativos no están funcionando”, cuenta Manuel. De esa manera, lo que es un reclamo de los y las trabajadores en Argentina y otros países – donde las apps no están bloqueadas gubernamentalmente, y explotan irregularmente a los y las trabajadoras – en Perú es el motivo que deja sin trabajo e ingresos a miles de personas. En ambos casos, la negligencia e incumplimiento empresarial como característica común: “son muy irregulares, no hay nada que asegure que haya seguridad para trabajadores y clientes. Son muy precarias las formas de trabajar de estas empresas”, señala Manuel.
Con respecto a los reclamos de los repartidores en Perú, nos cuenta Manuel: “nosotros pedimos que se hagan tarifas justas y una planilla donde nos den salud, relación de dependencia, entre otras cosas. Estar formalmente como todo trabajador requiere. Desde que Globo empezó a quitarnos nuestros beneficios, como bajarnos las tarifas, empezamos a hacer esto de parar y las protestas. Esta empresa se aprovecha de la necesidad de la gente, de la necesidad que uno tienen de llevar un pan a sus casas. Para estas empresas somos un número, una cifra, que pueden borrar con un simple botón, ponen un anuncio y luego habrán detrás de ti 200 que querrán entrar”. En cuanto al impacto global de la pandemia, señala: “nos afectó a la mayoría. Todos los que somos independientes estamos afectados a nivel laboral. Hay muchas familias que dependen del día a día. Acá el gobierno de Perú está dando bonos a quienes están en extrema pobreza, pero no a todos les ha tocado, es desigual. Y si no trabajan, no se come”, relata, en una muestra más de una realidad que afecta por igual a la clase trabajadora en todos los países.