El paro feminista a escala global abarca el trabajo remunerado y no remunerado de mujeres y personas queer y pone en debate en qué medida ambos tipos de trabajo son interdependientes. En el paro feminista se unen así dos ámbitos que se suelen pensar y organizar por separado. Por eso mismo, hacer un paro feminista encierra un enorme potencial, pero también tensiones. ¿Qué diferencias existen en los abordajes, las lógicas y las culturas de movimientos y sindicatos? ¿Cómo pueden desarrollarse las alianzas para lxs activistas? Una experiencia concreta en Alemania aporta algunas pistas.
En 2019, impulsado por el proceso de organización de la primera huelga feminista hace 25 años en el país, sindicalistas, trabajadorxs y feministas autónomos confluyeron en el paro de la Clínica Universitaria de Jena, una ciudad de 100.000 habitantes en el Este de Alemania. Documentamos aquí sus aprendizajes respectivos a través de entrevistas para reflexionar sobre los logros y las tensiones que supone el diálogo entre los feminismos y el mundo del trabajo organizado a la hora de organizar la huelga.
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