En el marco de la visita de Philip Degenhardt, director del Centro para el Diálogo y la Cooperación Internacional de la Fundación Rosa Luxemburgo en Berlín, organizamos un debate público para reflexionar sobre el avance de las nuevas derechas y los desafíos que enfrentan los movimientos populares tanto en América Latina como en Europa.
La apertura estuvo a cargo de Torge Löding, director de la Oficina Cono Sur, quien recordó el carácter internacional de esta disputa. “La lucha contra las nuevas derechas es internacionalista”, afirmó, marcando desde el inicio la perspectiva que atravesaría toda la conversación.



A continuación, Claudio Katz situó el problema en términos estratégicos. Explicó que “el principal objetivo de la ultraderecha actual es derrotar al movimiento popular y revertir los avances progresistas”, una lectura que ordena el diagnóstico sobre la coyuntura y sobre las amenazas que enfrentan los movimientos emancipatorios en la región.


Philip Degenhardt retomó esta línea de análisis desde la experiencia europea. Sostuvo que “el problema es sistémico. El problema es el capitalismo”, destacando que las derechas crecen en contextos donde las desigualdades estructurales se profundizan. Luego añadió un elemento central para comprender el panorama europeo: “Lo que une a los partidos de derecha en Europa es que ninguno de ellos hace política para sus votantes. Hacen política para los ricos y no para la clase trabajadora”. Para Degenhardt, la ofensiva política conservadora se sostiene también sobre un desplazamiento deliberado de responsabilidades: “En el caso de las nuevas derechas el culpable de los problemas se busca abajo en la sociedad, no arriba. Por eso debemos afirmar que estamos viviendo una lucha de clases desde arriba”.


Desde una mirada feminista y situada en la coyuntura argentina, Luci Cavallero planteó una pregunta clave que recorre los debates actuales: “Cuál es la promesa que sigue teniendo eficacia en el gobierno de Milei?”. Para ella, el escenario se caracteriza por “una población pluriempleada y sobreendeudada que no encuentra mecanismos de conexión”, un diagnóstico que ilumina tanto la fragmentación social como la dificultad para construir respuestas colectivas frente a la ofensiva neoliberal.



Por su parte, Caren Tepp, recientemente electa diputada por Santa Fe, propuso una lectura centrada en la relación entre sociedad y representación política. Señaló que “la sociedad argentina no creo que se haya derechizado, pero sí creo que estamos en una gran crisis de representación política. A la gente le parece que la política no tiene nada que ver con su vida”. Esta crisis, advirtió, abre espacio para discursos antipolíticos que erosionan los tejidos comunitarios y debilitan los procesos organizativos.
El debate dejó en evidencia que la avanzada de las nuevas derechas requiere respuestas que combinen análisis crítico, articulación territorial e internacionalismo. También mostró que, a diez años de la creación de la Oficina Cono Sur, el trabajo colectivo y la reflexión estratégica siguen siendo pilares fundamentales para enfrentar una coyuntura marcada por retrocesos, pero también por resistencias.







