Decenas de organizaciones políticas, sociales, feministas tomaron las calles otra vez para ponerle el cuerpo a las demandas de un movimiento que se se sigue inventado y desplegando potencia. Un lenguaje claro, que habla desde quienes no tienen miedo de querer cambiarlo todo. Compartimos aquí el documento colectivo del IV Paro Internacional Feminista.
Foto: Ana Cea
Hoy, en esta plaza y en todas las plazas, unidas y unides paramos el mundo y nos movilizamos por el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. Llevamos en nuestra lucha a las 130 obreras textiles de la Cotton de Nueva York, quemadas por sus patrones dentro de la fábrica cuando hicieron huelga por mejoras en sus condiciones laborales y a las obreras textiles rusas que llamaron a la huelga en 1917 para exigir el fin del hambre y de la guerra y así dieron inicio a una revolución. Sus voces se multiplicaron por millones y cada 8 de marzo revivimos su lucha con nuestro grito global.
Hoy, por cuarto año seguido, volvemos a parar. Este Paro Internacional Feminista Productivo y Reproductivo es una cita internacional, plurinacional, intergeneracional y transversal que viene acumulando fuerza y revolucionándolo todo. Es el método que tenemos para, reinventando una herramienta histórica de la clase trabajadora, mostrar nuestra fuerza cuando nos ausentamos de los espacios cotidianos y nos volvemos presentes en las calles para que nuestras voces se escuchen en cada territorio. Somos un movimiento antiimperialista, anticapitalista, antipatriarcal, anticlerical, antirracista.
Hoy estamos aquí: las mujeres cis y trans, travestis, lesbianas, bisexuales, no binaries, gordes, intersex; las jubiladas, las viejas, las putas, las campesinas, las personas con discapacidad, diversidad funcional y neurodivergentes, las sordas; las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas, negras y afrodescendientes. Desde un transfeminismo unido, popular, antirracista, antibiologicista, accesible e inclusivo, venimos a decir:
La deuda es con nosotras.
La deuda es con nosotres.
Nos ponemos de pie porque estamos contra el chantaje que nos impone la deuda. Hacemos de los feminismos una forma de vida alternativa al capitalismo neoliberal en sus alianzas con los fundamentalismos religiosos y los fascismos que en nuestro país y en toda Nuestramérica explotan, oprimen, e invisibilizan nuestras existencias.
Hoy paramos porque la deuda es con la autonomía de nuestros cuerpos. ¡Por eso el aborto tiene que ser ley, porque es un reclamo histórico y urgente del movimiento feminista que venimos construyendo desde hace años. Queremos que se garantice la Interrupción Legal del Embarazo en todo el territorio nacional, para todos los cuerpos con capacidad de gestar, ¡ya! Para eso es requisito fundamental terminar con la injerencia religiosa en la salud y educación, por lo que exigimos urgentemente la separación de las Iglesias del Estado. En el 2018 un puñado de senadores hizo que no salga nuestra ley, apoyados por los sectores más conservadores de las provincias y las cúpulas de las iglesias. En 2020, vamos a impedir que esto vuelva a suceder, unidas y en las calles tenemos que conquistar que sea ley. Reclamamos la derogación de los decretos de la dictadura que sostienen y financian al clero.
La deuda que el gobierno de Cambiemos contrajo con el FMI fue a costa de las mayorías sociales, a costa de nuestra soberanía, para beneficiar a sus grupos económicos amigos. El macrismo nos dejó una deuda que implica una mayor dependencia y sometimiento, porque elevó los niveles de pobreza, los despidos y el hambre, que hoy son una agenda urgente. Les trabajadores despedidos por la gestión de Cambiemos deben ser reincorporados. La deuda sólo sirvió para fugar capitales y para el enriquecimiento de unos pocos a costa de nuestras vidas.
Reclamamos la investigación y el no pago de la deuda ilegítima y fraudulenta. Porque con endeudamiento y ajuste no hay Ni Una Menos. Y porque también queremos decir bien fuerte: ¡No aceptamos que la deuda se pague con el extractivismo sobre nuestros territorios! Viva la lucha del pueblo de Mendoza, Chubut, San Juan y Catamarca. No al fracking, no a la megaminería contaminante. ¡Honramos la lucha de Berta Cáceres!
Este movimiento feminista fue clave en la resistencia popular durante los años de saqueo neoliberal más reciente. Fuimos las primeras en hacerle paro a Macri y la cúpula gobernante y vamos a seguir en las calles porque estamos resueltas y resueltes a transformarlo todo.
La deuda es con nosotras y nosotres, las y les que paramos, porque no aceptamos que vivir produzca deuda ni aceptamos vivir para pagar deudas. Porque no nos resignamos a la explotación de nuestras vidas por las tasas de interés usureras de los bancos y de todos los sistemas que se benefician de que lleguemos a fin de cada vez más y más endeudades. ¡Sin desobediencia financiera no hay soberanía!
Paramos porque sabemos que toda deuda pública y externa se traduce en deuda en cada casa y en ajuste para todes. Paramos porque sabemos que las violencias económicas son el engranaje imprescindible de las violencias machistas y femicidas. ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!
Decimos la deuda es con nosotras y nosotres porque nuestros cuerpos son les más perjudicades por la desocupación, la feminización de la pobreza, la brecha salarial, el trabajo precario y la falta de accesibilidad. Somos nosotres las y les que más sufrimos el saqueo capitalista a costa de nuestros cuerpos y territorios.
La deuda es con nosotras y nosotres por el valor incalculable del trabajo de cuidados que se nos asigna obligatoriamente, y que es históricamente invisibilizado. Todos los días realizamos tareas domésticas y de cuidado de niñes y adultes, fundamentales para reproducir la vida. Y no son reconocidas ni remuneradas, ni valoradas en su función política.
Este movimiento tiene historia ancestral, y en nuestra memoria y lucha están vivas todas las rebeldes que lucharon antes que nosotras. Por eso también queremos recordar otro tipo de deuda: la deuda con las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y negras, también las travestis y trans.
El genocidio y el esclavismo de ayer hacia la comunidad afro e indígena continúa en la violencia racista que persiste al día de hoy. Las luchas por la libre determinación de nuestros territorios son históricas y anti-coloniales: las indias levantiscas comandaron las grandes rebeliones indígenas contra la Colonia; no olvidamos a Bartolina Sisa y Micaela Bastidas, María Remedios del Valle, afrodescendiente argentina, y a Juana Azurduy, guerrera de la independencia.
Nos nutrimos de las luchas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de las trabajadoras que se organizan y luchan desde hace más de un siglo, de las piqueteras, de las activistas que pelean hace siglos por el aborto legal y las que iniciaron en 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, como nuestra compañera Dora Coledesky.
Recordamos y honramos la memoria de las activistas travestis trans que dieron los pasos necesarios para la derogación de los edictos policiales, la conquista de la Ley de Identidad de Género y comenzaron a impulsar las leyes de cupo laboral travesti-trans: Mariela Muñoz, Mocha Celis, Nadia Echazú, Claudia Pía Baudracco, Maite Amaya, Lohana Berkins, Amancay Diana Sacayán. Y recordamos que el sábado 7 de marzo fue el Día de la Visibilidad Lésbica, recordando a la Pepa Gaitán, fusilada por lesbiana hace 10 años y a Marielle Franco, asesinada por negra, lesbiana, favelada y socialista. La deuda también es con ellas, presentes, ¡ahora y siempre!
Hoy paramos porque estamos acá para gritar: ¡Basta de femicidios! ¡Fátima Acevedo, Lucía Pérez, Micaela García, Micaela Gordillo y Valentina Gallina presentes! Recordamos los nombres de todas las pibas asesinadas y no vamos a parar hasta conseguir justicia por todas ellas. Basta de impunidad y complicidad de la justicia clasista y patriarcal.
También gritamos: Basta de travesticidios y transfemicidios. ¡Llevamos doce muertes de compañeras travas y trans en lo que va del año!
I // La deuda es con las trabajadoras.
La deuda es por el reconocimiento de nuestro trabajo productor de riqueza: tanto el trabajo remunerado como el no remunerado. La deuda es con el trabajo llamado formal y con el trabajo de las economías populares, invisibilizado; ambos mal pagos y precarios. Somos las trabajadoras cartoneras, costureras, trabajadoras rurales, trabajadoras golondrinas, vendedoras ambulantes, obreras de la construcción, compañeras que trabajamos en los comedores, merenderos y espacios comunitarios, docentes, trabajadoras domésticas, monotributistas, sindicalizadas y cuentapropistas, y trabajadoras sexuales. Trabajadoras somos las desocupadas y ocupadas. #TrabajadorasSomosTodas.
Somos las que tenemos a cargo las tareas de cuidado, que son la clave de la división sexual y jerarquizada del trabajo y suponen una doble y triple jornada laboral que sostiene al capitalismo todos los días. Por eso exigimos su reconocimiento y remuneración. Para eso es fundamental que Estado cumpla con un plan de infraestructuras públicas que no reponga los principios tradicionales de la familia heterosexual.
La deuda es con el colectivo travesti trans. A pesar de tantas luchas ganadas para visibilizarnos, seguimos sin acceso al empleo formal o registrado. A casi 8 años de la Ley de Identidad de Género, menos del 10% de la comunidad travesti trans accede al trabajo formal. Esta es la continuidad del genocidio que históricamente hemos padecido como colectivo y lo denunciamos así. Exigimos la inmediata implementación de la ley Diana Sacayán de Cupo laboral travesti trans en la provincia de Buenos Aires, sin modificaciones, y su efectiva puesta en vigencia. Demandamos la Ley Nacional de Cupo travesti-trans, y la Ley de Reparación Integral para que las personas que sobrevivimos a este genocidio podamos tener una vejez digna. La deuda también es con el colectivo de lesbianas que llegan a la adultez sin vivienda y familia.
Repudiamos la violencia y estigmatización que reciben las trabajadoras migrantes y todes les trabajadores del espacio público. Basta de persecusión a las colectividades africanas, migrantes, villeres, precarizadas y de la economía popular. Exigimos la derogación del decreto anti-migrante 70/2017 y reclamamos el cupo laboral efectivo indígena y afro y el cumplimiento efectivo del cupo laboral para las personas con discapacidad.
Exigimos que en todos los lugares de trabajo estén garantizadas las condiciones para que todas y todes podamos acceder a un trabajo formal, bajo convenio, y libre de violencias. Exigimos la aplicación efectiva de nuestro derecho a contar con lactarios y centros de primera infancia en nuestros lugares de trabajo y barrios, para maternar y trabajar desde los 45 días, así como instituciones públicas para el cuidado de las personas mayores, con personal profesional y de planta. Necesitamos también que se extiendan las licencias por paternidad y maternidad para que las tareas de cuidado se realicen de forma igualitaria.
Reclamamos por los Centros de Primera Infancia (CPI), hoy sin vacantes, desfinanciados, con riesgo de cierre. La precariedad que atraviesan sus trabajadoras es cada vez mayor, con salarios por debajo de la línea de la pobreza. Necesitamos que el Ministerio de Educación se haga cargo.
Reclamamos la licencia por violencia de género en nuestros trabajos, y personal especializado para implementarlas, sin bloqueos. También la ratificación del Convenio 190 de la OIT contra la violencia en el mundo laboral. ¡Basta de acoso sexual y violencia de género!
Exigimos que se pague igual salario por igual trabajo, e igualdad en las condiciones de acceso, permanencia y ascenso en el ámbito laboral. Exigimos salarios por encima del costo de la canasta familiar para las empleadas de casas particulares, el gremio más grande del país y con los salarios más bajos. No hay justicia social sin equidad y paridad laboral y salarial. Exigimos el salario que reclaman las trabajadoras y trabajadores de la educación y repudiamos cualquier tipo de ataque y represión. ¡Basta de desigualdad y violencia económica!
Para poder despatriarcalizar el ámbito de trabajo necesitamos organizaciones sindicales feministas y democráticas equitativas con representación proporcional a la base, activas en la defensa de los derechos de todas las trabajadoras de cada sindicato. Defendernos la democracia y la libertad sindical y a les que se organizan contra la dictadura patronal. Ante los cierres de fábrica, apoyamos las gestiones obreras y autogestivas, como Madygraf, Ansabo, Zanon, Cerámica Neuquén, Bauen, Impa y la Mutual Sentimiento, entre otras.
Todas y todes tenemos derecho a una jubilación digna porque “los aportes que nos faltan los tiene el patriarcado”. Exigimos la reposición de la jubilación para las amas de casa y de la moratoria previsional, junto con la jubilación especial para las productoras rurales y la reposición de los aportes patronales. ¡Por eso decimos #NiUnaJubiladaMenos!
La precarización laboral y la falta de accesibilidad también atentan contra las mujeres, trans y no binaries con diversidad funcional y discapacidad. Exigimos que se cumpla la Ley 25.689 para que las personas con discapacidad podamos acceder a trabajos dignos.
La deuda es con nuestros territorios. Necesitamos una economía que no dañe la Naturaleza, que cuide nuestros territorios y nuestras vidas. Queremos decidir cómo alimentarnos, cómo reproducir nuestra vida y la de nuestras comunidades. Decimos no al extractivismo minero y vegetal. Repudiamos el genocidio wichi a manos del agronegocio y reivindicamos la lucha de Mendoza y Chubut contra la megaminería por la soberanía sobre sus ríos y sus tierras.
Reclamamos vivienda digna, urbanización real e inclusiva en las villas y asentamientos de todo el país. Reclamamos por el derecho a la tierra, decimos no al latifundio, no a los agrotóxicos y no al monocultivo. Decimos basta de desplazamientos de pueblos en favor de la deforestación y del avance sojero propiciados por los empresarios del campo y los que primarizan la economía a manos del negocio de exportación de la soja. Rechazamos el lockout de las patronales agrarias y le decimos no a la explotación y la precarización laboral en el campo. En esta plaza y en todas las plazas, nuestro movimiento viene a gritar: ¡Sin justicia ambiental no hay justicia social!
II // La deuda es con nuestro derecho a decidir. La deuda es con nuestra salud.
La deuda histórica, hoy más que nunca, es la legalización del aborto seguro y gratuito. Nuestro proyecto está en las calles, es el que venimos construyendo desde hace años de la mano de la Campaña por Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y este año ¡tiene que ser ley! Queremos que se garantice el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país,especialmente en las provincias donde las niñas no son respetadas. En un mundo justo, las niñas no son madres, y por eso no son obligadas a llevar a término un embarazo producto de violación. Exigimos la derogación de las ordenanzas antiderechos. Necesitamos producción pública de misoprostol y mifepristona, acceso a ameus y las prácticas adecuadas de segundo trimestre. Desde hace años que estamos resueltas a ser autónomas y libres de decidir sobre nuestros cuerpos. Las lesbianas, bisexuales, varones trans, trans masculinidades, les no binaries también abortamos. ¡Les sordes, las mujeres con discapacidad necesitamos accesibilidad para poder abortar! ¡Que Sea Ley ya!
La personas que sufrimos violencia obstétrica queremos que se garantice el parto humanizado en todo el territorio nacional. Las cesáreas innecesarias atemorizan a quienes decidimos maternar y parir. Condenamos la esterilización sin consentimiento, en especial a las afrodescendientes, sordas y mujeres con discapacidad. Exigimos implementación por parte del Estado de apoyos para el ejercicio de la maternidad de quienes deseen maternar.
Por la salud integral del colectivo travesti trans no binarie. Exigimos el cumplimiento de la Ley de Identidad de Género: tratamientos de hormonas en todos los centros de salud, intervenciones quirúrgicas, trato digno y no discriminación. Exigimos que el Estado garantice el acceso a las personas con VIH a retrovirales. Exigimos la producción nacional de retrovirales y hormonas. ¡Nuestra salud no puede depender de empresas transnacionales que lucran con nuestras vidas!
La negación de nuestra autonomía y la discriminación atentan contra nuestra salud mental. Denunciamos la precarización y el desmantelamiento de las políticas públicas en salud mental.
Exigimos respeto a la autonomía e integridad de los cuerpos gordos, patologizados y estigmatizados. Basta de discriminación y violencia, no somos un índice ni una epidemia.
Denunciamos todos los procedimientos médicos que mutilan los cuerpos intersex como una forma de tortura y reclamamos el derecho de las personas intersex a la verdad y la reparación.
Las afrodescendientes necesitamos que médiques y el personal de salud estén capacitades en enfermedades de propensión étnica, como la anemia falciforme, confundida con el lupus y mal diagnosticada. Por la creación de un protocolo para pacientes afro.
Les sordes exigimos una ley que reconozca la Lengua de Señas Argentina como idioma de nuestra comunidad. Intérpretes de LSA-Español y asesores sordes capacitades en todos los ámbitos públicos y privados: salud, justicia, educación. La falta de información perpetúa la violencia de género.
Exigimos políticas públicas para la prevención de las adicciones, presupuesto para la SEDRONAR y para las casas de atención y acompañamiento comunitario.
III. // La deuda es con nuestras vidas. La justicia patriarcal también se va a caer.
Hoy paramos porque volvemos a gritar que VIVAS NOS QUEREMOS hasta que no haya ni una muerta más. Desde que arrancó el 2020, hubo más femicidios y travesticidios que días. Hoy decimos: ¡basta de femicidios, travesticidios, transfemicidios y crímenes de odio contra travestis, trans, no binaries, lesbianas, bisexuales y todas las identidades sexuales y de género! ¡Exigimos presupuesto para las leyes vigentes para la prevención y erradicación de la violencia machista y patriarcal! Por una Ley de Emergencia en Violencia de Género! Exigimos la implementación de la Ley Micaela en todas las instituciones del país. ¡Basta de violencia machista, sexista, racista!
Exigimos presupuesto para la atención integral de las víctimas de violencia. Exigimos 100 mil promotoras en prevención contra la violencia de género en todo el país, casas de contención y refugio, independencia económica y habitacional. Reclamamos asesoramiento jurídico y psicológico y una política integral de cuidados. Por una Red de Casas sin Violencia y asistencia profesional integral con criterio federal y comunitario.
El Poder Judicial clasista y heterocispatriarcal es responsable. Hoy, nos encarcelan por actos de autodenfesa, por abortar, por portación de cara, por ser migrantes, por ser travas, trans, por ser tortas, por ser putas, por besarnos, por resistir la explotación de los territorios, por reunirnos en asambleas, por ser militantes políticas. Estamos en contra de esta justicia clasista y heterocispatriarcal porque provoca daños incalculables en nuestras vidas y solo tiene al punitivismo como respuesta. Basta de persecución, abusos, hostigamiento policial y violencia institucional hacia las trabajadoras sexuales y compañeres en situación de prostitución. Derogación inmediata de todos los códigos contravencionales y de toda normativa que criminalice a las trabajadoras sexuales y compañeres en situación de prostitución y políticas activas y eficaces que generen alternativas reales para quienes busquen otras salidas laborales. Trabajar es un derecho.
Exigimos la absolución inmediata de Higui, Luz Aimé, y Marian Gómez. Este sistema quiere convertirlas en presas políticas del hetero-cis-patriarcado y rehenes de la justicia de clase y machista. Reivindicamos todo acto de autodefensa y resistencia lesbo trava trans y marica. Libertad a las mujeres presas por abortar.
La deuda es con las presas, a quienes se las condena también vulnerando su derecho a ser madres. Paramos contra la crueldad en las cárceles, y contra toda forma de encierro y cercamiento.
Exigimos perspectiva de género en los procesos judiciales. Por la erradicación de las prácticas, lenguaje, y procedimientos violatorios de los derechos de las mujeres, lesbianas, bisexuales, trans, travesti y no binaries. Pedimos la revisión de las causas irregulares a trabajadorxs propiciadas por un Poder Judicial cómplice de la persecución de los gobiernos.
Libertad inmediata a Milagro Sala, Mirta Guerrero, Graciela López, Gladys Díaz, Patricia Cabana, María Condori, Adriana Condori, Mirta Aizama y Angelina Lesieux. Con presas políticas no hay democracia. Libres las queremos. No más presas por luchar.
Como población afroargentina y afrodescendiente que habita el territorio nacional hemos sido históricamente víctimas del racismo, de la discriminación y la estigmatización desde el tiempo de la trata y tráfico esclavista, acciones que hoy son señaladas como crímenes de lesa humanidad de acuerdo al derecho internacional. Pedimos una ley efectiva contra el racismo. Exigimos que se implemente la Ley de 26.852 para la enseñanza de la cultura y la historia de las y les afroargentines.
Exigimos accesibilidad en la justicia para niñas y mujeres con discapacidad, independientemente del rol que desempeñen en cada proceso: víctimas, victimarias, abogadas, fiscales, juezas, testigas. Exigimos justicia por les niñes sordes alumnes que fueron maltratades, abusades y violades por curas y monjas de las escuelas Próvolo de La Plata, Mendoza y CABA.
El sistema judicial niega nuestra identidad. Exigimos que el RENAPER otorgue YA los DNI a feminidades travestis y personas no binarias. Basta de incumplir con la Ley de Identidad de Género. ¡Nuestra identidad es nuestro derecho!
Volvemos a exigir el desmantelamiento de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, y de las fuerzas de represivas y judiciales que son cómplices. Las víctimas de trata deben contar con los recursos necesarios para realizar sus vidas sin violencias y sin apremios económicos.
Denunciamos a los medios masivos de comunicación. Por acción y omisión son cómplices del racismo, la invisibilización del colectivo LGBTTIQ+, de los cuerpos diversos, también de los golpes de estado y violencias de los gobiernos neoliberales en Latinoamérica. Por una Ley de Medios que garantice accesibilidad para personas sordas y ciegas.
Las mujeres y disidencias cuidadoras que cultivamos marihuana para la salud, no queremos que se nos criminalice ni a nosotras, ni a nuestras plantas. Inclusión del autocultivo en la ley 27350. Libertad a las mujeres presas por cultivar cannabis, con preventivas por tenencia y/o transporte de drogas. Por nuestros derechos y libertades.
Por la reivindicación de nuestros placeres y goces, y la soberanía de nuestros cuerpos.
IV // La deuda es con nuestra educación pública, laica y gratuita. La deuda es con nuestro futuro.
Las y les estudiantes y docentes llevamos años en las calles porque sabemos que con hambre no se puede estudiar. Hoy paramos como parte de esa gesta colectiva que venimos conjurando, de ollas populares y movilizaciones estudiantiles exigiendo viandas para nuestros comedores. Exigiendo edificios donde no se nos caigan los techos. Exigiendo el salario para nuestros docentes. Y salimos a la calle porque creemos que el Estado debe garantizar un presupuesto educativo que cubra nuestras necesidades mínimas.
Exigimos perspectiva de género en las currículas que forman a les profesionales del futuro y la aplicación efectiva de los Protocolos contra la Violencia de Género en nuestros espacios de estudio y trabajo. Rechazamos un conocimiento heteronormativo y extractivista, exigimos que no formen más a les profesionales de la medicina con un contenido binario y cisexista. Las y les docentes hoy también paramos por las largas horas de planificación, contención y cuidados que no nos pagan ni pagaron nunca. Paramos porque la miseria de los salarios docentes expresa la precariedad a la que nos condenan.
Las y les jóvenes hemos empuñado el pañuelo del aborto como bandera para discutir a la forma en la que construyen nuestras vidas. Las nuevas generaciones vinimos a gritar: ¡queremos ser libres y soberanas! Exigimos una Educación Sexual Integral laica y accesible que desplace al contenido binario y cisheteronormativo de todos los establecimientos educativos. En los profesorados también necesitamos ESI y volvemos a gritar, hoy y todos los días, ¡Abajo la UniCABA de Larreta!
Hoy paramos porque queremos que les niñes puedan construir libremente su identidad sexogenérica, y que las escuelas sean espacios donde las luchas colectivas que llevan adelante, históricamente, las diversidades genéricas, sexuales y plurinacionales por una sociedad más justa, sean parte del imaginario del mundo por venir. De eso son parte les docentes interculturales bilingües. No queremos la moral sexual adultocéntrica que reproduce la pedagogía del silencio y la estigmatización. Hoy también gritamos ¡Abusos sexuales en las infancias nunca más!
Por el acceso al sistema educativo de la comunidad sorde. Les sordes no tenemos accesibilidad de forma eficiente en la educación en los niveles primario, secundario y terciario porque no hay cargos suficientes para intérpretes de Lengua de Señas. Exigimos al Estado una ESI accesible, construida junto con personas sordas, para todos los niveles educativos.
Hoy paramos porque queremos el fortalecimiento y ampliación de los espacios educativos inclusivos y no excluyentes, como el Bachillerato Mocha Celis, que está en peligro. Demandamos de manera urgente polìticas educativas y recursos económicos para su promoción. El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta es responsable.
Por la instauración en los calendarios escolares de una Jornada Anual de Lectura de la Biblioteca Travesti Trans No Binarie en el mes de junio, en la semana de la Marcha Basta de Travesticidios y Transfemicidios.
Cierre
Las deudas con nosotras y nosotres son muchas, y requieren presupuesto y políticas públicas bajo control de las organizaciones feministas. Necesitamos más compromiso, más organización, más fuerza en las calles. Por eso es que hoy, nosotras y nosotres paramos y nos movilizamos.
Gritamos una vez más y todas las que sea necesario que ¡la deuda es con nosotras y con nosotres!, ni con el FMI ni con las iglesias. Llegamos a esta consigna luego de un largo proceso asambleario, en unidad, en medio de un país arrasado por políticas de hambre y muerte, en medio de una ofensiva fascista-neoliberal y fondomonetarista a nivel global. Reivindicamos la rebelión de los pueblos latinoamericanos contra la avanzada represiva, militar y eclesiástica, contra los ajustes del FMI y las políticas extractivistas, saqueadoras y coloniales de los gobiernos fascistas. Abrazamos al pueblo chileno, boliviano y colombiano que hoy vive una situación crítica con las fuerzas armadas torturando, persiguiendo y matando. Les decimos desde estas tierras que somos sus compañeres, ¡su lucha es nuestra lucha!
El transfeminismo popular, asntipatriarcal, antiracista, anti biologicista, anticapacitista, anticlerical, anticapitalista, antiimperialista y transversal seguirá fortaleciendo las acciones en cada territorio, en cada comunidad, en cada barrio, en las fábricas, en las casas, en los hospitales, en las calles, en el campo, en las universidades, en cada sindicato y en cada conflicto, en cada lugar hasta que todo sea como lo soñamos.
Nos hacemos eco de lo que las compañeras de Chile gritan contra el neoliberalismo deprededador: ¡Nos deben una vida! Con ellas decimos que vamos a luchar ¡hasta que valga la pena vivir!
Celebramos que el feminismo es revolución y, con más fuerza que nunca, que hoy volvemos a estar juntas y juntes para que resuene en todo el mundo:
LA DEUDA ES CON NOSOTRAS Y NOSOTRES, NI CON EL FMI NI CON LAS IGLESIAS
Vivas, libres y desendeudadas nos queremos / ¡Será Ley!