Por Camila Parodi
Pasó el Segundo Encuentro de Feminismo y Sindicalismo: Camino al 8M en Rosario. Un espacio de construcción colectiva e intercambio intersindical y transnacional de las trabajadoras organizadas que acompañó la Oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo durante el fin de semana. De esta instancia, participaron más de 100 dirigentas, activistas e investigadoras feministas en representación de 45 sindicatos y espacios gremiales del país.
Este segundo encuentro hace parte del proceso colectivo iniciado durante 2021 junto a dirigentas, investigadoras y la Oficina Cono Sur en él se abordaron los principales obstáculos que enfrentan las mujeres y disidencias en los espacios sindicales. A días de realizarse un nuevo Paro Feminista, las organizadoras y participantes del primer encuentro realizado en Buenos Aires en el mes de diciembre definieron la convocatoria a un nuevo encuentro para organizar el pliego de reivindicaciones y prioridades de las trabajadoras feministas de cara al 8M.
Lo que comenzó como una convocatoria entre compañeras concluyó la participación amplia y diverso de gran parte del abanico gremial. “Este segundo encuentro superó nuestras expectativas, triplicamos la cantidad de compañeras que se sumaron. Es importante este accionar de los sindicatos con proyección a toda Latinoamérica y construir con las distintas miradas” sostuvo al respecto la Secretaria General de ATE Rosario y organizadora del evento, Lorena Almirón.
El encuentro comenzó el día sábado por la mañana y se realizó en la Sede de ATE Rosario. Si bien la agenda se presentaba como ambiciosa e imposible de concretar en dos días, la convicción de las presentes en lograr acuerdos en la unidad acompañó a la planificación. El primer momento tuvo a las anfitrionas y organizadoras del encuentro como expositoras en representación del sindicato de Aceiteros de Rosario, Rafaela y Esperanza y de ATE Rosario. A su vez, se invitó al intercambio a dos dirigentas de Chile y Uruguay integrantes del Comité Sindical de la Coordinadora 8M y del Sindicato de la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas respectivamente.
En ese marco, Pamela Valenzuela, vocera de la Coordinadora 8M explicó a las presentes: “Partimos de la base del feminismo transfronterizo e internacional donde las luchas feministas se nutren, retroalimentan, potencian. Sentimos muy nuestra la lucha feminista argentina, aprendimos mucho de su lucha” sostuvo. Y puntualizó: “El trabajo funda la sociedad, el capitalismo patriarcal es un problema para nosotras porque no nos quiere resolver los problemas que nos pone y hay estrategias que deben ser transfronterizas porque el capital es transnacional también”.
Por su parte, Gabriela Segovia es delegada de la Dirección del Sindicato de AUTE e integrante de su Comisión de Género y Equidad, y expresó: “La idea es intercambiar con compañeras, ver otras realidades, el feminismo lo tenemos que construir entre todas. Para que el techo de cristal y el suelo pegajoso que tenemos actualmente disminuya y eso tenemos que hacerlo en conjunto”. Comentó que, en el actual contexto político que atraviesa Uruguay, se debate la derogación de artículos constitucionales que pueden afectar fuertemente a las mujeres y disidencias.
Por la tarde, se realizaron dos instancias de intercambio en torno a los informes realizados durante 2021. Allí se problematizan los principales obstáculos que las mujeres y disidencias trabajadoras tienen que afrontar en sus espacios de trabajo. Entre ellos, se abordó particularmente el problema de la doble jornada laboral y las violencias en el ámbito laboral donde las trabajadoras tienen mucho para decir y denunciar. En ese marco, este momento funcionó como un intercambio de los protocolos que ya están puestos en marcha por algunos sindicatos para evaluar su viabilidad, reconocer y jerarquizar sus riesgos. Una propuesta para diagnosticar y pasar a la acción. Para hacer de las experiencias situadas estrategias colectivas contra todo tipo de violencia
Luego de un merecido descanso, el encuentro continúo el día domingo en la Sede de Aceiteros, Rosario. Con los obstáculos y principales problemáticas sobre la mesa, dirigentas y activistas sindicalistas comenzaron a organizar sus principales reivindicaciones de cara al 8M tanto en la Argentina como así también en lo que corresponde a las experiencias de Chile y Uruguay presentes. El lugar que ocupa el trabajo para entrelazar las luchas de la clase trabajadora con los feminismos tuvo un lugar central: la potencia de las trabajadoras feministas para asumir la radicalidad de los feminismos e incorporarlos en las luchas populares.
“El paro nos dio esa posibilidad: hay que sindicalizarse, es unos de los lugares más incómodos de las luchas y por eso hay que llenar de feministas los sindicatos -sostuvo en el cierre del encuentro Clarisa Gambera de la CTA Autónoma- la herramienta del paro nos entrelazó: Clasismo y feminismo ya no se pueden separar, es nuestro momento por un feminismo popular”. Las experiencias de violencia política, de criminalización hacia dirigentas, la limitación de la participación y el techo de cristal fueron contrarrestados con propuestas de unidad y solidaridad entre las trabajadoras presentes.
El encuentro de trabajadoras feministas como una oportunidad para consolidar consensos y construir acciones colectivas frente a los obstáculos señalados. Así como la unidad de las trabajadoras es un hecho hacia adentro de la organización sindical, la visibilización y el protagonismo de las trabajadoras organizadas y feministas hacia adentro de los feminismos ocupan un rol central en miras de un nuevo paro. Finaliza el encuentro y quedan muchas propuestas por organizar y estructurar, pero una seguridad queda resonando en el aire: Es el momento del feminismo popular.
Les dejamos el primer informe:
Pueden descargarlo aquí.