Pueblos del Maíz: Sembrando Autonomía, Cosechando Libertad

 

En Misiones, la actividad hegemónica del sector foresto industrial provoca la pérdida de biodiversidad, contaminación y erosión de los suelos. Pero al mismo tiempo, el sector campesino y las comunidades indígenas desarrollan una economía muy diversificada para el autoconsumo y el mercado como el tabaco, granos, yerba mate, té, mandioca, ganadería vacuna, granja, hortalizas, frutas entre otras.

En Misiones se juntan, de forma paradigmática, el centro de un complejo escenario regional y una extraordinaria diversidad de semillas criollas, en una zona de triple frontera que comparte un ecosistema productivo con Paraguay y Brasil.

Las semillas han traspasado las fronteras políticas, como práctica habitual de las comunidades indígenas y campesinas, que favorece la diversidad de sus cultivos. Estas prácticas cuestionan profundamente los marcos legales de los Estados para el control de las semillas. La biodiversidad es patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad. Está en manos de los #GuardianesDeSemillas

1. ÑANGAREKOA KUERY MA’ÊTÝRÃRE (GUARDIANES DE SEMILLAS): PUEBLOS DEL MAIZ

Para la defensa de la biodiversidad en #Misiones, la preservación y rescate de las semillas guaraníes tiene una importancia central. Las comunidades no sólo sufren persecución, sino también desalojos, la deforestación de su selva, y muchas han perdido sus semillas nativas. Para estos pueblos las semillas son mucho más que un recurso productivo: son Pueblos del Maiz. Conforman una unidad con su identidad, sus cuerpos y sus modos de vida. Las semillas son parte constitutiva del Teko porã jaguata javy yvy marãe’ỹápy (Buen Vivir hacia la Tierra sin Males). Si se pierden las semillas, desaparecen la cultura y las comunidades.

Defenderlas, es defender la vida de todos.

2. Sembrando Autonomía // UnidosRuta20 

Sin semillas no hay producción de alimentos. Desde tiempos ancestrales y en todo el planeta, millones de familias y comunidades agrícolas #GuardianesDeSemillas han trabajado para criar y cuidar miles de variedades de cultivos. Las semillas nativas son un “patrimonio” heredado dentro de las familias campesinas, y circulan en las comunidades generación tras generación. Estos procesos productivos, sociales y culturales asociados a las semillas propias han dotado al mundo campesino de la posibilidad de mantener espacios de autonomía y resistirse a ser controlado por las multinacionales. En 2019 Misiones fue declarada “Capital Nacional de la Biodiversidad”, y paradójicamente, este mismo año comenzó a implementarse el Plan Maizar, que busca incorporar 235.000 ha al cultivo de maíz transgénico. Un salto gigantesco que se basa en una contradicción: la propuesta de una agricultura familiar basada en el “agronegocio”. Los transgénicos atacan directamente a la agrobiodiversidad local, forman parte de paquetes tecnológicos basados en plaguicidas que envenenan el suelo, el agua y el aire, poniendo en riesgo la salud y la vida de los animales. de las plantas y de las personas. Pero fundamentalmente, son el instrumento estratégico del gran capital para apropiarse y controlar la producción de alimentos.

Cuidemos la semilla criolla y nativa: sembremos autonomía.

3. Cosechando Libertad – cooperativa PIP-UTT (misiones)

Las semillas son patrimonio de la comunidad al servicio de la humanidad. Organizaciones campesinas en todo el mundo se oponen a la propiedad intelectual y a toda forma de despojo y apropiación de la vida – como el patentamiento y la manipulación genética (transgénicos) – con tecnologías controladas por las grandes multinacionales del agronegocio. Mujeres y hombres del campo viven y se educan en una ética basada en conservar, cuidar, sembrar, compartir y celebrar las semillas, que son un don colectivo y como tal, no son propiedad privada ni monopolio de nadie. Las semillas hacen posible el sustento y la soberanía de la comunidad. Por ello, la agrobiodiversidad y el conocimiento asociado es parte fundamental e insustituible de la soberanía alimentaria. Y luchamos por defenderlas, como luchamos por la tierra, por el agua, por la vida. Es una sola la lucha por el territorio.

Cuidemos la semilla criolla y nativa. Sembremos autonomía, cosechemos libertad

***El registro de estas imágenes se realizó en el marco de un proyecto colectivo entre la Fundación Rosa Luxemburgo y la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM) con la intención de rescatar el sentido político de las acciones colectivas de resguardo e intercambio de semillas que vienen sucediendo en Misiones desde hace más de 20 años. Reforzamos la importancia de visibilizar y difundir todas experiencias que día a día, construyen soberanía sobre nuestras semillas.

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