Crónica de un jueves de remolinos y reencuentros
Por Camila Parodi
Fotos: Lucía Fernández Ares
¡Y Rosa nos volvió a encontrar! El pasado jueves 14 de octubre, después de muchos meses de aislamiento y encuentros virtuales, se presentó en el Museo del Libro y de la Lengua de la Ciudad de Buenos Aires el libro “Vivo más feliz en la tormenta. Cartas a amigas y compañeras» de Rosa Luxemburgo compilado y traducido por Lisa Buhl y Sofía Ruíz y editado por Rara Avis junto a la Oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo.
Se acercaba la hora de la cita y, como no podía ser de otra manera, el viento comenzó a remolinar la ciudad. No era una brisa cotidiana, se trataba de un ventarrón difícil de ignorar. “Vivo más feliz en la tormenta” se repetían como mantra las personas que llegaban al punto de encuentro entre alergias y estornudos. Si bien la presentación se realizaría en la plaza lindera al Museo, rápidamente la tormenta impulsó el cambio de lugar. El nuevo escenario quedó enmarcado en la muestra “Mareadas en la marea: diario de una revolución feminista”. La marea feminista y la tormenta de Rosa como síntesis de experiencias y trayectorias colectivas se volvían a encontrar así, en la turbulencia, en sus contradicciones, en la agitación y en las resistencias.
El último encuentro presencial realizado durante el mes de marzo por la Oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo en el Teatro Sívori también tuvo a la activista y pensadora en el centro. ¡Son 150 años del nacimiento de Rosa Luxemburgo y hay que celebrar! La selección, compilación e impresión de las cartas a sus amigas y compañeras realizada junto a la Editorial Rara Avis es, también, otra manera de seguir festejando su vida.
“En este libro nos encontramos con una Rosa que no es la más conocida -destacaban sus autoras antes de la presentación del libro-, una Rosa que se sostiene en un entramado de vínculos entre mujeres. En su lucha contra las distintas formas de opresión, el territorio que sueña, que quiere habitar, es un territorio sin fronteras de estados nacionales, donde se defiende la vida en todas sus expresiones”. Cabe destacar que la mayor parte de la correspondencia a sus amigas y compañeras de militancia no había sido traducida hasta el momento. Esta edición cuenta con más de doscientas cartas que se posan sobre el límite entre lo privado y lo público, que muestran en el tejido cotidiano (una vez más) que lo personal es político.
La presentación contó con una mesa de diálogo sobre el libro, esta fue integrada por las autoras-traductoras, la editorial y la prologuista del libro. La pasión de Rosa por la vida, la naturaleza y sus amigas como vínculos subjetivos a la vez que políticos fueron el hilo que unieron todas las intervenciones. Al respecto, reflexionaba Julieta Massacese de la editorial: «Apostamos por un catálogo que contenga traducciones. Es una forma de devolver a la vida a Rosa y sus reflexiones». Por su parte, la Dra. en Filosofía, escritora feminista y prologuista del libro, Esther Díaz, nos acercó su conclusión sobre el libro: «no es solamente un libro de cartas, forma parte del cuerpo teórico de Rosa Luxemburgo. No se puede separar». A su vez, acompañaron con su arte la campaña gráfica “Vivas nos queremos” y la música de “Carmela y Ambrosía”.
Lisa Buhl, una de las compiladoras y traductoras de las cartas, nos compartió sus sensaciones tras la presentación del libro: “Estamos muy felices de ver que nuestro trabajo esté en formato físico y que este proceso tan largo haya culminado finalmente en una publicación. Este proyecto también tuvo algunos encuentros muy fortuitos y decisiones muy acertadas, como por ejemplo que nos hayamos encontrado con Sofía y hayamos decidido hacer este trabajo juntas, ya que contábamos con trayectorias y experiencias muy distintas. El encuentro con Rara Avis como editorial que apoyó el proyecto desde el inicio, abrazando las decisiones y definiciones que ya habíamos tomado como por ejemplo traducir al rioplatense, la organización cronológica y la división en capítulos. Que la Fundación Rosa Luxemburgo haya acompañado y cuidado del proyecto también ha sido muy importante. Ahora empieza otra etapa, el libro va a circular y esperamos las miradas de las personas que lo lean y ojalá pueda aportar a algunos debates y reflexiones.”
“Vivo más felíz en la tormenta” no sólo era el nombre del libro que se iba a presentar, también funcionó como un código entre las personas presentes, como una forma de consolidar el reencuentro. Una afirmación que materializó la complicidad de quienes eligen vivir sin imposiciones, de las que sonríen cuando se nombra el amor de Rosa hacia su gata, de las que deciden vivir con pasión sus amistades, de las que conviven con sus contradicciones y se desafían por inventar nuevos vínculos. Vivir en la tormenta como una decisión subjetiva, política y ética. Vivir en el conflicto, en las tensiones y permanentes problematizaciones como un desafío teórico pero también cotidiano y afectivo, sin disociaciones. Ser feliz en la tormenta como praxis que escudriña y asume la contradicción, la tensión de lo público y lo privado, de lo político y lo personal, para romper binarismos y paternalismos. Asumir la tormenta para agitar lo establecido y construir nuevos mundos como Rosa nos enseñó.