Fotos: Lucía Fernández Ares
El miércoles 13 de noviembre de 2024, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) fue sede del III Encuentro Internacional de Alquileres, un espacio de debate y reflexión organizado por la Asociación Civil para la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Fundación Rosa Luxemburgo y el Centro de Estrategias y Acción por la Igualdad (CEAPI).
Este encuentro se desarrolló en el marco de una crisis habitacional que afecta a grandes aglomerados urbanos tanto en Argentina como en el resto del mundo. Mientras la inquilinización crece como fenómeno social, se profundiza la brecha entre los ingresos de los hogares y los precios de los alquileres. Frente a esta realidad, surgieron discusiones y propuestas orientadas a la construcción de políticas públicas, la regulación del mercado y la inversión que garanticen el acceso al hábitat como un derecho humano.
Durante el evento, se abordaron experiencias y estrategias desarrolladas en distintos contextos. Como señaló Ana María Vázquez Duplat, coordinadora de proyectos de la Fundación Rosa Luxemburgo, “la discusión es a quién estamos dejando las ciudades”.
Participó Katalin Gennburg, diputada de Die Linke en Berlín, filósofa e investigadora del espacio urbano, quien aportó una perspectiva internacional sobre la problemática habitacional. Gennburg destacó que “la crisis de la vivienda es una crisis global” y subrayó la necesidad urgente de enfrentarla de manera estructural. Según su análisis, “Alemania ya no es un estado de bienestar social”, una realidad que ilustra cómo las políticas neoliberales han erosionado el sector de la vivienda, siendo este uno de los primeros en sufrir los embates del mercado desregulado.
En su intervención, Gennburg enfatizó que es imprescindible avanzar en la re-regulación del mercado inmobiliario, con medidas concretas como la reducción efectiva del valor de los alquileres en lugar de limitarse a congelar precios. “Estamos todos juntos en esta crisis global”, recordó, señalando la importancia de construir alianzas internacionales para garantizar que el acceso a la vivienda deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho universal.
También estuvo presente Sarah Gainsforth, periodista e investigadora italiana especializada en políticas de vivienda y transformación urbana, quien compartió su análisis sobre los desafíos habitacionales en Italia. Gainsforth señaló que “el otro gran problema que tenemos en Italia son las casas vacías”, subrayando la contradicción entre el déficit habitacional y la abundancia de viviendas sin uso.
Además, advirtió que Italia carece de una regulación integral sobre los alquileres temporales, lo que agrava la especulación inmobiliaria y el acceso desigual a la vivienda. “Una de las principales cosas que hay que abordar en Italia es la continua venta de viviendas a precios muy bajos”, afirmó, alertando sobre cómo estas políticas perpetúan la desigualdad. Asimismo, destacó la desconexión existente entre las políticas públicas y la realidad de quienes enfrentan la crisis habitacional en su vida cotidiana, un desafío urgente para diseñar estrategias más efectivas e inclusivas.
Por su parte, Rodrigo Hurtado, rector de la Universidad Abierta de Recoleta, ofreció una perspectiva desde Chile sobre los efectos de las políticas neoliberales en la crisis habitacional. Hurtado destacó que, en su país, “hay una estructura cultural individualista producto de la implementación de políticas neoliberales desde hace muchas décadas”. Sin embargo, subrayó el rol transformador de los gobiernos locales en la lucha contra esta hegemonía, con iniciativas como las farmacias populares, que han sido replicadas en distintas regiones del país.
El rector también hizo énfasis en cómo la actual Constitución de Chile limita la capacidad del Estado para intervenir en el mercado inmobiliario, permitiendo la concentración de la propiedad y promoviendo la especulación y la financierización del hábitat. Frente a este escenario, Hurtado destacó ejemplos como el movimiento Ukamau, que demuestra el poder de la acción colectiva para resistir el despojo de las corporaciones habitacionales y las salidas individuales. En sus palabras, “creemos que es importante elevar el estándar de la calidad de la vivienda”, posicionando este desafío como un pilar central en la construcción de un hábitat digno.
El III Encuentro se reafirmó como un espacio de diálogo que no solo diagnostica problemáticas, sino que propone soluciones concretas, fomentando la articulación entre diversos actores sociales. La Fundación Rosa Luxemburgo agradece a todas las organizaciones y personas que hicieron posible esta jornada.
🌍 Porque la vivienda digna no es un privilegio, sino un derecho.