Un mapa y un atlas para fortalecer las luchas

¿Qué luchas sostienen la vida en tiempos de crisis civilizatoria? ¿Qué prácticas perseveran en defensa de la soberanía alimentaria? Acción por la Biodiversidad y la Fundación Rosa Luxemburgo colaboraron en desarrollar dos instrumentos clave para la interpretación y el fortalecmiento de las luchas contra el agronegocio transgénico en el Cono Sur.

Acción por la Biodiversidad presentó  el libro Atlas del Agronegocio Transgénico en el Cono Sur. Monocultivos, resistencias y propuestas de los pueblos, sistematizado por Darío Aranda, especialista en extractivismo (petróleo, minería, agronegocios y forestales). El trabajo investiga sobre el rol que jugó la ciencia al servicio de la utilización de agrotóxicos en semillas, la concentración de la tierra, los artificios legales para imponer un sistema de patentes, el control corporativo-oligopólico del mercado, el impacto sobre los cuerpos de las mujeres y la criminalización de les campesines, son algunas de las graves consecuencias de la implementación del modelo transgénico en Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. El libro también dedica esfuerzos a relevar las alternativas que los pueblos construyen, prácticas, en algunos casos milenarias que hacen frente a este modelo depredador de todas las formas de vida (en la región, cada año se deforestan 2 millones de hectáreas de bosques, acompañado de un proceso de concentración de tierras: en la actualidad, el 1% de las explotaciones controlan el 36,4% de la tierra en Argentina y el 3% de los grandes productores controlan el 85% de la tierra en Paraguay.)

Complementariamente, la Fundación Rosa Luxemburgo junto a Iconoclasistas sistematizaron el Mapa de la república tóxica de la soja , resultado de un taller realizado en el marco de un encuentro organizado por Acción por la Biodiversidad y Base-Is (Paraguay) en septiembre del 2019 en Asunción, y apoyado por la Fundación Rosa Luxemburgo. Del taller participaron referentes de organizaciones, tecnicxs y académicxs de Paraguay, Brasil, Argentina, Bolivia y Uruguay, y nos permite visualizar en territorio, como se desarrollan las dinámicas de despojo y resistencias al agronegocio en el Cono Sur.

Juntas, ambas herramientas pedagógicas son un poderoso equipamiento para fortalecer a las organizaciones campesinas, ecologistas, de consumidores y todas aquellas que hoy cuestionan el modelo de producción y consumo de alimentos, en el horizonte de construir la soberanía alimentaria. ¡A utilizarlos!

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